A la hora de cambiar neumáticos de vuestro coche, deberos fijar muy bien en las medidas de estos, ya que, si la equivalencia no es la adecuada no se para la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), y podéis correr riesgos en la carretera, debido aquellos neumáticos son los que llevan principalmente la labor de llevar el peso del coche, brindar el agarre adecuado, amortiguar los desniveles del camino y trasladar la potencia del motor.
Equivalencia del Neumático
Para definir la equivalencia del neumático debemos tener en cuenta que cada fabricante fija una cantidad de requisitos y homologaciones para los neumáticos que deben ser utilizados por cada vehículo; al utilizar ruedas ajustadas a las equivalencias correspondientes, tenéis la garantía que las mismas ofrezcan prestaciones, rendimiento y seguridad muy semejantes a las de los neumáticos originales.
Cuando se emplean neumáticos que no equivalen al tamaño o medida se corre el riesgo que esos no se ajusten correctamente a las llantas o que rocen con otras partes del coche, lo cual puede generar un desgaste más rápido de estos, además de daños irreparables, ya que, al rodar estos estarán sometidos a fuerzas y presiones para las que no han sido creados.
Momento de cambiar los neumáticos
Cuando surja la necesidad de cambiar los neumáticos y deseemos hacerlo por unos que no son los originales del coche, se deben respetar las dimensiones que establece la ficha técnica de cada coche, aclarando que existe un margen de maniobra con el que se puede jugar a la hora de este cambio, normalmente estas indicaciones las encontramos en el manual del vehículo donde indica la equivalencia para el modelo del coche, las cuales son las medidas homologadas por el fabricante del vehículo.
Requisitos para adquirir nuevos neumáticos
En el caso que no cuentes con el manual de coche debéis fijarte en los siguientes datos que se encuentran en la cubierta de la rueda: Ancho: el ancho con el que cuente el neumático equivalente no podrá exceder los 30 mm en relación a las medidas originales. Diámetro: esto es en relación al diámetro con el que cuenta la llanta, el cual solo podrá ser mayor o menor al diámetro original un 3%. Perfil: este es calculado por la distancia que existe desde la llanta original hasta la banda de rodamiento, en relación al perfil deberá ser exacto al neumático original. Velocidad: esta deberá ser igual o superior a la original, ya que es la velocidad máxima que puede desempeñar el coche con dicho neumático sometido a carga. Índice de Carga: al igual que la velocidad esta deberá ser igual o superior que la indicada originalmente.
Cumpliendo con estos criterios de equivalencia los neumáticos de tu coche no correrán ningún riesgo, además de que se cumple con las normativas y no existirá ningún problema a la hora de pasar la ITV.
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