Cuatro décadas fueron las que el fabricante Bugatti estuvo fuera del mundo automotriz, con tan solo una presentación de su modelo EB110 del cual solo se fabricaron 100 unidades, este coche formaría parte de un proyecto fracasado por encontrarse a finales de los años ochenta momento no tan bueno para la economía. Bugatti decidió regresar al tiempo como marca enfocada en crear el deportivo más rápido del mundo, lo cual no sería del todo fácil.
De este fracaso con su modelo EB110 se aprovecharía el constructor alemán Volkswagen, el cual se encontraba buscando como expandirse a los coches de gran lujo. El grupo de coches alemanes adquiere los derechos de Bugatti en el año de 1998, desde ese entonces comenzarían los altos y bajos de la empresa en la búsqueda de conseguir un súper auto. En tan solo quince meses se presentaron 4 prototipos que no terminaban de agradar y ni semejarse con el objetivo principal de Bugatti y ahora el Grupo Volkswagen.Nacimiento del Bugatti Veyron
El objetivo principal de Bugatti era presentar un coche que rompiera toda barrera de lo deportivo, lo potente y lo real, teniendo que darle un gran nivel a un auto que llevaría el nombre de su legendario piloto de carreras de los años 30. En el año 2005 se vio ya en las calles el primer coche que significaba un reto a la ingeniería ya que debía ser un auto que recordara la mejor época de la marca, junto con una potencia nunca antes vista que fuera capaz de superar al hasta el momento al coche deportivo más rápido, el McLaren F1.
Más allá de la potencia lo especial del nuevo modelo Veyron era el conservar todo el lujo y el confort, mientras que el coche podía ser utilizado diariamente en las calles. Más de doce diseñadores y varios equipos de trabajos fueron los encargados de darle vida al nuevo Veyron, el cual ya sabía su imagen actual aproximadamente en el año de 1999, momento en el cual se tenía una imagen definida, todo ello a manos de Wolfgang Schreiber.
Diseño y armado del Bugatti Veyron
Por tratarse de un coche especial que solo busca la perfección, cada trabajo que se realiza es bastante meticuloso, pasando por el diseño que fue cambiando con cada prototipo que se presentaba, hasta llegar al ensamblaje el cual puede tomar unas 10 horas para cada radiador y varios días para el tanque de combustible. El auto se encuentra compuesto por tres piezas que son un mono casco donde se encuentra el habitáculo, una sección delantera y una posterior, todo ello ensamblado con 14 tornillos únicamente.
Potencia y aerodinámica
Bugatti se enfrentaba al reto de construir el coche más veloz del mundo, es por ello que en su proyecto inicial se pensó en un motor de dieciocho cilindros en V, pero con la perfección y buscando mejorar las prestaciones y el tamaño del motor se quedó con una configuración de dieciséis cilindros longitudinales, capaces de producir 407,66 km/h de velocidad final gracias a cuatro turbocompresores y una caja de cambios de doble embrague de siete velocidades. Al ser un coche deportivo de más de 1.800 kg el reto más significativo era conseguir el balance aerodinámico perfecto que permitiera conducirlo a altas velocidades.
Los alerones fueron creciendo al igual que las entradas de aire que formarían un conjunto perfecto en cada prototipo del Veyron que salía a la luz, teniendo un motor de gran magnitud era lógico pensar en un sistema de refrigeración eficiente. Para el momento en que se presenta el modelo definitivo se podía apreciar un sistema para refrigerar el coche con unos 40 litros de líquido, que se distribuyen por dos circuitos encargados uno a los tres radiadores frontales y el segundo para los que se encuentran en la parte superior del motor y encargados de mantener las temperaturas de los turbocompresores.
Aceleración y frenado de un súper deportivo
La solución a tantos problemas aerodinámicos la consiguieron los diseñadores del Bugatti Veyron con la implementación de un alerón retráctil de gran tamaño, capaz de esconderse completamente o elevarse a una altura similar a la del techo. El alerón cumple la función de generar carga aerodinámica a altas velocidades y ayudar a mantener un manejo dócil del coche, y a su vez cumple un papel importante al permitir realizar una frenada bastante estable pasando de altas a bajas velocidades rápidamente. El alerón desplegable a 200 km/h junto con un sistema de frenos cerámicos son los encargados de detener el Veyron desde los 400 km/h hasta llegar a 0 en menos de 10 segundos. Como medidas de seguridad para sobrepasar los 375 km/h debemos accionar una llave de seguridad.
Neumáticos especiales para el deportivo más rápido del mundo
Michelin fue la empresa encargada de producir los neumáticos ideales para un coche que puede llegar a superar los 400 km/h, y es por ello que presento para el Bugatti Veyron 16.4 los neumáticos más anchos que un deportivo pudieran calzar. Se trata de unos 265-680 ZR 500A Michelin Sport Pax para la parte delantera y unas 365-710 ZR 500A para la parte posterior con un sistema run flat que las hace capaces de no perder su funcionalidad tras un pinchazo.
El Bugatti Veyron 16.4 es prácticamente una joya de la ingeniería automotriz, pero a pesar de ello los poseedores de este coche han manifestado que utilizan el auto habitualmente, si bien la mayoría no más de 5.000 km anuales, también se han visto casos de personas que adquirieron varios diferentes. Son varios los propietarios que pudieron llevar al máximo la experiencia de alcanzar los 400 km/h en su propio Veyron, gracias a Bugatti que certifico ese récord personal en el circuito de Nardo, Italia.
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