Ferrari se ha caracterizado por ser una de las marcas con mayor trayectoria e historia dentro del mundo de los motores y es por ello que sus modelos son objeto de tanto deseo por parte de sus seguidores, sin embargo existen coches que han marcado más su historia que otros; el Testarossa es hoy en día un coche catalogado como uno de los más bonitos y elegantes de la marca, es por ello que debemos conocer su historia y detalles importantes.
Ferrari Testarossa
Su presentación se realizo de forma oficial en uno de los eventos más importantes, el Salón de París del año 1984, aunque la noche previa se realizo un acto un poco más informal en un local nocturno cercano a los Campos Elíseos de París. Detrás de todo el diseño de este espectacular y emblemático coche se encontraban las manos de Sergio Pininfarina, quien siempre estuvo ligado a la marca del Cavallino Rampante. El impresionante diseño marco una tendencia dentro del segmento de coches deportivos europeos e italianos, acompañado por una impresionante mecánica la cual no podía ser menor tratándose de Ferrari.
La descendencia de la Testarossa
Este modelo fue diseñado para suplantar a un no tan exitoso Ferrari BB 512 y para darle una seria batalla en el mercado al modelo rival Lamborghini Countach. El nombre de Testarossa viene dado en honor a la Ferrari 250 TR o Testarossa de 1957, lo cual significaba cabeza roja por tener de ese color las tapas de la distribución. Pininfarina fue el elegido por Ferrari para que el diseño fuera impecable, llamativo y exitoso, cosa que se logro a la perfección en todos los años en que se fabrico el Testarossa. Permaneció en el mercado desde 1984 hasta 1996, siendo parte de grandes éxitos en los mercados a nivel mundial, consiguiendo entrar de forma exitosa en el mercado Americano donde su aceptación fue total.
El diseño de la Ferrari Testarossa
El diseño de este coche viene marcado por unas líneas bastante llamativas que hacen que su carrocería resalte mucho para la época en que fue presentado. Las hendiduras en los costados da un toque agresivo a sus líneas, las mismas se va volviendo más profundas hacia la parte trasera y luego de ello se convierten en unas entradas de aire totalmente funcionales. Los faros traseros se encuentran bajo una parrilla que va de un lado al otro del coche, resaltando de ella su color negro, siendo un cambio radical para el momento por que se prescindía de los faros circulares por unos rectangulares y ocultos bajo esa parrilla.
En este coche se busco resolver un problema que genero criticas en su predecesor la Ferrari BB 512, donde las quejas de los conductores venían por el recalentamiento sufrido en el habitáculo, esto debido a que los radiadores se encontraban ubicados en la parte delantera. Pininfarina viendo esa problemática y diseñando un coche totalmente nuevo, los ubico en los costados traseros justo por delante de las ruedas, idea copiada y probada en los modelos de Formula 1 de la época.
En la parte frontal de la Ferrari Testarossa encontramos unos atractivos faros retráctiles, los cuales se ubican en su Capot Baul junto a una parrilla que solo servia para las luces de posición y las intermitentes. Al comienzo el coche solo se presento con un espejo retrovisor del lado del piloto, pero con el pasar del tiempo comenzaron las criticas donde se argumentaba una falta de estabilidad por la falta del otro espejo, caso tal que Ferrari decidió incorporar el espejo retrovisor ubicado en el lado acompañante luego del año de 1987 para regresar esa supuesta estabilidad que tanto fue criticada.
Su carrocería y chasis
La carrocería de este coche se encontraba construida en aluminio algo muy común para el momento por lo liviano que podía llegar a ser. La carrocería se encuentra sobre un chasis con estructura tubular y una distancia entre ejes de 2.5 metros. Otro dato curioso es que este modelo contaba con rines de aleación de 16 pulgadas y mono tuerca como los coches de competición, pero luego en 1988 comenzó a utilizar cinco tuercas. El sistema es independiente en las cuatro ruedas, con un sistema de triángulos y muelles helicoidales que hacen de este coche un verdadero deportivo con un manejo totalmente puro, algo representativo de la época.
El motor V12 de la Ferrari Testarossa
Ferrari incorporo a este proyecto un poderoso motor de 12 cilindros en V a 180 grados, con 4.943 centímetros cúbicos y 48 válvulas. El doble árbol de levas o DOHC trabaja con una correa dentada que consigue su movimiento desde el cigüeñal. Los encargados del sistema de inyección y arranque electrónico son las empresas Bosch y Magneti Marelli, quienes equiparon a este Ferrari con una inyección Bosch KE-Jetronic y un encendido Microplex MED 120 B. La versión vendida en Europa tenía menos controles y generaba unos excelente s 390 CV de potencia a 6.300 rpm, en cambio los modelos comercializados en Estados Unidos tenían 10 CV de potencia menos y eran entregados a 5.750 rpm.
El modelo presentaba grandes aspectos que para la época se traducían en excelentes prestaciones. La caja de cambios de cinco velocidades y tracción trasera hacían que el poderoso motor V12 generar números como una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, un recorrido por los 400 metros en tan solo 13,6 segundos y una velocidad punta de 290 km/h, nada mal para ser un deportivo de los años 80.
Sin duda la Ferrari Testarossa se convirtió en un icono del mundo automotriz y gran parte ello fue su gran diseño que cautivo a sus seguidores y en especial a personajes famosos que contaron con este modelo en sus garajes, entre los más destacados fueron Sylvester Stallone, Diego Maradona y Michael Jackson. El coche fue parte de la serie más recordada de los 80 en los Estados Unidos, donde aparecía una en color blanco, y por supuesto gano mucha más popularidad entre los millones de televidentes que la seguían.
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