Como bien sabéis, el Subaru Forester ha introducido ligeros cambios a comienzos de año, permitiéndole ganar en atractivo. Elementos como la nueva antena con forma de aleta de tiburón, el diseño de la llave o las luces de acompañamiento son las novedades más destacadas, pero los cambios más importantes se encuentran a un nivel más interno.
Para empezar, debemos hablar del nuevo cambio automático de convertidor de par Lineartronic que ya se ofrece con el bloque de 2,0 litros diésel, sin duda una ausencia hasta ahora inexplicada pero que por fin llega para completar la gama mecánica del popular todocamino japonés. La unidad que usamos para nuestro contacto estaba acompañada además del sistema de ayuda Xmode, del que te hablaré en los próximos párrafos.
La mecánica bóxer de dos litros también ha sido mejorada, concretamente el 90 % del total de los componentes han sufrido algún cambio, permitiendo una mejora en el rendimiento y la eficiencia más que notable.
Debo reconocer que en este caso no realicé tantos kilómetros al volante como si lo hice con el Outback, pero si fue suficiente como para hacerme una idea de que ha cambiado mucho respecto a las impresiones que me comentó Miguel durante la prueba de la versión manual.
En cuanto al motor seré breve: debo destacar la gran suavidad del bloque, así como la baja rumorosidad del mismo, por su parte la caja de cambios Lineartronic sabe llevar al bloque bóxer en el régimen de vueltas más adecuado para la situación en la que nos encontramos. No pude analizar en detalle el consumo, también las condiciones de conducción fueron especiales, pero si es cierto que no lo vi en ningún momento disparatado, manteniéndose en una línea razonable.
Máximo confort
Aquí abro un pequeño paréntesis para destacar la gran calidad de fabricación y ajuste del interior, ya que teniendo en cuenta que durante la pequeña prueba solo transité por terrenos abruptos, no pude apreciar ni un solo ruido, bueno, debo matizar que los únicos ruidos eran procedentes de las bolsas de las cámaras que dejé en el maletero, así como la grava y piedras que desprendían las ruedas.
A la llegada del terreno Off-Road, pusimos a prueba el sistema Xmode bajo distintas circunstancias, al mismo tiempo que comprobaríamos si los ángulos de ataque, ventral y salida (25, 23 y 25 grados respectivamente) se cumplían. En ningún momento de la prueba hizo el más mínimo amago de no poder con los obstáculos, asistidos en todo momento por el sistema Xmode, el Subaru Forester realizó el trazado sin problemas.
Los desniveles, las rampas, baches y descensos no fueron ningún problema para el Forester 2.0 D Lineartronic, su sistema Xmode reafirmó el gran trabajo existente tras él, permitiendo la máxima diversión cuando el terreno se complica.
En líneas generales el Subaru Forester ha mejorado de forma notable en este pequeño lifting. Ya estábamos ante el que quizá fuera el mejor SUV de la categoría, y todos estos cambios no hacen más que confirmar mi apreciación sobre su situación en el segmento.
Debo finalizar repasando la lista de precios, y es donde vuelve a sorprender, ya que ofrece 3 opciones mecánicas disponibles con cuatro acabados diferentes, todo ello a un precio realmente atractivo:
· Sport 2.0 150 CV gasolina Lineartronic - 24.900 euros
· Sport 2.0 D 150 CV MT6 - 27.900 euros
· Sport 2.0 D 150 CV Lineartronic - 29.900 euros
· Sport Plus 2.0 150 CV gasolina Lineartronic - 26.900 euros
· Sport Plus 2.0 D 150 CV MT6 - 29.900 euros
· Sport Plus 2.0 D 150 CV Lineartronic - 31.900 euros
· Executive 2.0 150 CV gasolina Lineartronic - 39.500 euros
· Executive 2.0 D 150 CV MT6 - 32.500 euros
· Executive 2.0 D 150 CV Lineartronic - 34.500 euros
· Executive-Plus 2.0 XT Turbo 240 CV Lineartronic - 39.000 euros
· Executive-Plus 2.0 D 150 CV MT6 - 34.000 euros
· Executive-Plus 2.0 D 150 CV Lineartronic - 36.000 euros
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