La unidad que hemos podido probar equipaba el motor 2.0 turbodiesel, de cuatro cilindros en línea, que ofrece 124 caballos de potencia, y un par de 310 Nm. Su caja de cambios manual de 6 velocidades le permite acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 9,8 segundos, con una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora.
Un comportamiento muy progresivo
Una vez que sabemos el vehículo que tenemos en nuestras manos, llega la hora de conducirlo. El motor es muy líneal, aunque quizás le falte algo de alegría en la zona más baja del cuentarrevoluciones. Aún así, las recuperaciones son buenas sin necesidad de bajar una marcha más.
No llegamos a apurar en exceso el motor, pero lo cierto es que tampoco era necesario. Sus impresionantes 310 Nm de par aparecen en cualquier régimen para llevar al Toyota Avensis sin problemas un poco más allá, permitiéndonos ganar velocidad incluso en marchas largas.
El tacto de la caja de cambios es bueno, con un corto recorrido entre las marchas, que nos permite manejarla de forma rápida y precisa. Al contrario que muchos fabricantes, encontramos unas relaciones relativamente cortas en marchas bajas, que nos permiten conducir el coche con cierta alegría, mientras que tanto la quinta como la sexta marchas deahogan el motor, consiguiendo bajar las revoluciones, y con ellas el consumo.
Sensaciones encontradas
El Toyota Avensis nos transmitió muy buenas sensaciones durante toda la prueba. Es un vehículo que nos permite un buen régimen de marcha, e incluso darnos alguna que otra alegría en la conducción, pero quizás le falta transmitirnos algo más.
Es posible que ese plus de sensaciones nos lo ofrezca el motor de 150 caballos, aunque en ese caso hablamos de un motor de 2,2 litros de cilindrada, y con un consumo combinado que se dispara hasta los 5,4 litros, por los 4,5 litros cada 100 kilómetros que nos ofrece el 120D.
Otro de los puntos a los que hay que acostumbrarse en este Toyota Avensis es el freno. Ni mucho menos tiene un mal tacto, al contrario, se trata de un elemento que reacciona en el mismo momento que rozamos el pedal, y lo hace con suavidad, pero con fuerza, y en las primeras frenadas siempre nos encontramos frenando más rápido de lo que queríamos.
El confort como máxima
Pero como ya hemos dicho desde el principio, aunque nos lo permita, el Toyota Avensis no es un vehículo pensado para forzar la marcha. El Avensis busca el confort de todos sus ocupantes, y que sus desplazamientos sean lo más agradables posible.
Y debemos decir que lo consigue. Dentro del coche apenas notamos ningún tipo de balanceo de la carrocería, y el nivel de ruido es muy reducido, permitiendo mantener una conversación sin problemas.
Su equipo multimedia se maneja desde una gran pantalla multitáctil de 6,1 pulgadas, que permite un rápido acceso a las funciones. Quizás lo más criticable en este sentido es la excesiva estandarización, y aunque la unidad que probamos no contaba con navegador, si que hay un botón físico para acceder al mapa, que lo único que hace es recordarnos que no tenemos navegador incluido.
Gran equipamiento de serie
El acabado de la unidad del Toyota Avensis que pudimos probar era el Advance, que incluye de serie elementos como el encendido automático de luces, sensor de lluvia, retrovisores plegables eléctricamente, y el espejo interior electrocromático.
Además, hay elementos como la conexión BlueTooth con la posibilidad de streaming de audio, una cámara de visión trasera y una toma USB compatible con los reproductores iPod.
También incluía el pack Ambition, que en este momento Toyota ofrece en oferta, y que incluye tapicería de cuero alcántara negra, luces de circulación diurna de tipo LED, y faros bi-xenón direccionables, junto con el techo panorámico, y los cristales traseros tintados.
Conclusiones personales
En conclusión, estamos ante un vehículo que, al menos a mi personalmente, me ha gustado. Quizás he echado en falta que el vehículo transmita mayores sensaciones, pero ha respondido perfectamente a todas las exigencias, con una aceleración y unas recuperaciones muy aceptables a pesar de no ser un vehículo con una alta potencia.
El interior transmite calidad por los cuatro costados, con un tacto realmente agradable en todos los sentidos. Tan solo hay dos detalles que no me han gustado. Uno es la presencia del botón para acceder al navegador, a pesar de no estar equipado con él. El segundo detalle es la falta de una rueda de repuesto de tamaño convencional. Podemos elegir entre un kit de reparación de pinchazos, y la tradicional rueda de galleta, con un sobrecoste de 100 Euros.
En definitiva, por un precio de 21.741 Euros, más los 1.600 del Pack Ambition, el Toyota Avensis 120D es una buena opción para aquellos que buscan un coche agradable de conducir, con una respuesta suave en todo momento, y un gran confort de marcha.
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