Desde que se presentó allá por junio del año pasado, es uno de los coches en el que más ganas tenía de ponerme al volante. Tras realizar los trámites pertinentes aquí estamos, a solo un mes de que haga un año de su presentación. El Mazda 3 es uno de los compactos que más me ha sorprendido en las dos generaciones anteriores, pero ¿lo conseguirá en esta tercera generación?
Indudablemente, su diseño no te dejará nada indiferente. Rompe con las anteriores generaciones, siguiendo la línea de diseño "Kodo", mostrándonos unas líneas fluidas por toda la carrocería, aportando una estética rompedora. Detalles como unos faros que se funden en la calandra, o los afilados pilotos traseros embellecen el conjunto, aunque claro, esto es subjetivo.
Esta nueva generación mantiene los 4.460 milímetros de largo, y crece hasta llegar a los 1.795 milímetros de ancho. Sin embargo pierde en altura, quedándose en unos 1.450 milímetros, que le permiten dar una mayor sensación de deportividad, algo a lo que ayuda bastante la caída que encontramos en la parte posterior.
Antes de seguir con el análisis, debemos saber que estamos ante el acabado Luxury, el cual es el equipamiento más alto. Gracias a ello, podemos disfrutar de, entre otros, unas llantas de aleación de 18 pulgadas, cristales traseros tintados, pilotos traseros e iluminación diurna de tecnología LED y faros Bi-Xenon.
Dicho esto, no sé vosotros, pero ya tengo ganas de descubrir el interior. Tras abrir la puerta, sin necesidad de sacar la llave del bolsillo (gracias a la tarjeta inteligente), podemos observar un gran trabajo de diseño, donde destaca una imagen sobria del interior, y se puede apreciar una muy buena calidad del conjunto.
Paso al asiento del conductor, y lo adapto a mi estatura de forma rápida mediante ajustes manuales. Regulo en altura y profundidad el volante y decido arrancar. La pantalla Head Up Display, junto a la pantalla táctil del 7 pulgadas, situada en el centro del tablero de abordo me dan la bienvenida, pero no nos moveremos todavía, ya que primero lo analizaremos en profundidad.
Perfecto acompañante de viajes
Los asientos delanteros recogen a la perfección. Son muy cómodos y tienen el toque de deportividad adecuado, permitiéndoles ser muy cómodos en viajes largos. Ayuda mucho el apoyacodos situado en la consola central. Se encuentra en la posición ideal para dejar descansar el brazo, y no entorpece a la hora de acceder a mandos o al freno de mano.
Este apoyacodos esconde varias sorpresas. Si quitamos la bandeja que descubrimos nada más abrirlo, encontramos un hueco con mucha amplitud, perfecta para depositar latas pequeñas, cámaras compactas,... Además, aquí se esconden dos conexiones USB, una entrada auxiliar y el hueco para la tarjeta SD del navegador.
Seguimos toqueteando botones, llegando al climatizador bi-zona. Es muy intuitivo, y se maneja de forma cómoda. Nos permite regular la temperatura de forma dual o por separado, y acompañando al climatizador, justo encima encontramos los botones que regularán la calefacción de los asientos delanteros.
Cuando probé el coche, la temperatura ambiente era de unos 20 grados, por lo que no pude probarlos en profundidad, lo que si pude determinar que el calor tarda menos de un minuto en notarse en nuestras piernas, lo que nos ayuda a intuir que trabajarán bastante bien en invierno, permitiéndonos entrar en calor de forma rápida.
Para que nos concentremos mejor en la conducción, el volante cuenta con distintos controles, que nos permite desde regular el volumen de la radio, saltar entre canciones, ajustar el control de crucero hasta atender llamadas.
Un detalle que, sin duda me ha gustado mucho, es la pantalla táctil de 7 pulgadas, que además cuenta con un navegador GPS integrado. Es bastante ágil y cuenta con numerosas funciones. Para evitar distracciones, Mazda la "bloquea" cuando nos ponemos en movimiento, siendo necesario el uso de los botones ubicados en la consola central para la manipulación de la pantalla, obligándonos a hacerlo en parado si queremos hacer un uso preciso.
Toqueteados ya todos los botones que hemos encontrado, es hora de "sentir" los materiales. El tacto es sencillamente sublime, Mazda ha hecho una gran labor en la elección de materiales. Encontramos unos acabados mullidos prácticamente en toda la parte superior, que se combinan con materiales duros de muy buen tacto.
Los ajustes son perfectos, y no da sensación de que aparezcan "grillos" durante la marcha. Para embellecer el conjunto se han recurrido a unos plásticos embellecedores de efecto negro cromado, que aporta un toque elegante al interior.
Pasando a la parte posterior, puedo afirmar sin ninguna duda que tres adultos pueden viajar cómodos en la parte trasera, aunque como es lógico, con ciertas limitaciones. El túnel de transmisión central resta espacio al usuario que ocupa la plaza del medio, pero queda prácticamente anecdótico si tenemos en cuenta el resto del espacio.
La caída de la parte posterior no es un problema para personas altas. Con mi 1,75 de altura no he tenido problemas ni de acceso ni de comodidad.
Pese a estar ante uno de los compactos más grandes de esta generación, nos sorprende el tamaño del maletero del Mazda 3. Encontrando 364 litros de capacidad, ampliable gracias a una banqueta plegable en proporción 2/3 - 1/3.
El tamaño del maletero lo vemos algo justo, si tenemos en cuenta a rivales de segmento, como el Peugeot 308, que cuenta con 398 litros de capacidad. Pese a este detalle, hay que decir a favor del Mazda 3 que los 364 litros se aprovechan bastante bien, gracias a la buena distribución del espacio.
Una vez familiarizados con el Mazda 3, creo que ya todos tenemos ganas de pasar a la acción, por lo que en el próximo capítulo descubrirás que tal va sobre la marcha, conocerás detalles como los consumos y te daremos nuestro veredicto. Además, podrás ver con todo lujo de detalle la galería que tenemos preparada.
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