Continuamos con la segunda parte de la prueba del Audi A4 Avant 3.0 TDI Quattro, un vehículo del segmento D que tal y como veíamos al comienzo, además de ser muy confortable, también esconde un carácter deportivo gracias a una mecánica presidida por un V6 TDI de 272 CV. Ahora, descubriremos su lado más tecnológico y premium. Acompañanos.
Diseño exterior
El Grupo Volkswagen y especialmente Audi, siempre se han caracterizado por la continuidad de sus modelos. A simple vista, el nuevo Audi A4 B9 parece más un restyling que un modelo completamente nuevo. Destacan los nuevos grupos ópticos delanteros que de serie son bi-xenón nocturnos y LEDs diurnos mientras que en opción, es posible optar por faros Full LED o la siguiente generación de ópticos denominada matrix LED, faros que venían en nuestra unidad de pruebas y con los que quedamos completamente fascinados, tanto por alcance, calidad del haz luz.La parrilla, cromada en las versiones más costosas, presenta líneas cortadas que le otorgan un toque más moderno a la vez que deportivo. Sin embargo, el lateral parece idéntico a la anterior generación del Audi A4 mientras que en la zaga, el diseño de los grupo ópticos de tipo LED termina por marcar las diferencias. Aunque sea similar al B8, este modelo es completamente nuevo y hace uso de la plataforma modular MLB para vehículos con el motor en posición longitudinal.
Diseño interior
Si el exterior parece una continuación de la generación pasada del Audi A4, el interior es toda una declaración de intenciones. Como siempre en la marca de los cuatro aros, la calidad de todos y cada uno de los materiales que componen el habitáculo es de muy alta calidad. Plásticos, molduras de aluminio o el tacto de cualquiera de los botones nos hace pensar que estamos ante un vehículo de un segmento superior mientras que las cotas de habitabilidad aumentan nuevamente. El asilamiento acústico, tanto aerodinámico como de rodadura, también se encuentra muy conseguido. El ruido procedente del motor pasa completamente desapercibido a revoluciones mientras que cuando supera las 2.500 vueltas comienza a hacerse patente en el interior, sin llegar a ser incómodo o molesto en ningún momento.
El puesto de conducción permite encontrar una posición cómoda para el conductor de manera muy sencilla. Con los asientos delanteros eléctricos y el volante con regulación horizontal y vertical, cualquier persona se sentirá agusto tras el volante de esta magnifica nave espacial. Un BMW Serie 3 permite ir sentado más cerca del suelo que este Audi A4, aún así, tampoco se hecha en falta una posición más baja. La altura para la cabeza en las plazas delanteras es más que suficiente para personas que superan los 2.00 metros de altura. En las plazas posteriores, se ha mejorado notabalmente el espacio para las piernas aunque solamente dos ocupantes irán cómodos. La plaza central, además de ser estrecha y encontrarse en una posición más elevada que en el resto, presenta un mullido más duro que en el resto de los asientos.
Equipamiento
Las versiones más costosas disponen de dos pantallas, una para el cuadro de instrumentos, denominada Audi Virtual Cockpit, y otra de ocho pulgadas localizada en el centro del salpicadero. De serie, esta última es 6,5 pulgadas aunque nuestra unidad de pruebas, al equipar el navegador más costoso, además de añadir una pantalla de mayor tamaño, también incluye el MMI Touch. La tecnología abordo de este familiar es única y lo es no solo dentro del segmento, si no también se encuentra por encima de la que puede disponer sus hermanos mayores como el Audi A6 o Audi A7. Desde la pantalla central se accede a los sistemas multimedia del vehículo, los modos de conducción del mismo, a Internet o a nuestro smartphone. Por supuesto, la nueva generación del A4 puede dar WIFI a sus ocupantes o cargar el movil sin cables, a través de un sistema inalámbrico localizado debajo del resposabrazos delantero.
Entre el equipamiento de seguridad cabe destacar el detector de ángulo muerto, frenada automática, aviso de próximidad con el vehículo de delante, el tensado automático los cinturones u otros elementos que hacen de este Audi A4 un vehículo práctimente autónomo cuando entramos en autopista. Haciendo uso del cambio involuntario de carril y el control de crucero adaptativo, nuestro protagonista es capaz de girar, acelerar y frenar sin que el conductor tenga que acto de presencia. Podemos solar las manos y pies del volante que el coche girará solo cuando llegue una curva pero solamente lo hará durante un periodo de tiempo limitado, pasado éste, el automóvil nos avisará acustica y visualmente para que volvamos a retomar el control. Aún así, en autovía y autopista, con que el volante detecte un solo dedo, este se encarga de realizar todos los cambios.
Nuestra unidad de pruebas, entre otros elementos de interés, contaba con el Head-up Display, un opcional que supera los 1.000 euros y que teniendo ya el Audi Virtual Cockpit le encuentro una utilidad bastante reducida. Eso sí, nos evitará quitar en gran medida la vista de la carretera a la hora de consultar información. Otro extra cuyo valor superaba los 1.000 Euros es el equipo de sonido Bang&Olufsen de 19 altavoces, con más de 700W de potencia y efecto 3D que vale cada euro que pide la marca de los cuatro aros. Es sencillamente impresionante, ideal para los amantes de la música con el que disfrutar de cada detalle y efecto que produce la canción. Las cuatro cámaras y el sistema de aparcamiento asistido son elementos opcionales de la gama A4.
Me llamó la atención que al abrir el maletero, de manera eléctrica, la cortinilla que cubre los objetos del maletero se retiraba también de manera eléctrica, siendo el primer familiar en el que veo este sistema. La entrada y arranque sin llave, el freno de mano eléctrico o el bluetooth son elementos que ya vienen de serie en esta berlina mientras que el climatizador trizona es un opcional. También me sorprendió la ausencia de asientos y volante calectable en nuestra unidad de pruebas, elementos que están disponibles en el mercado de accesorios de Audi.
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