Antes de comenzar, debemos saber que tenemos entre manos, y para esta ocasión Mitsubishi nos tiene preparados un bloque tricilíndrico de 1,2 litros turboalimentado, que es capaz de desarrollar 80 CV y un par motor de 106 Nm, más que suficiente para las pretensiones urbanas que ofrece el Mitsubishi Space Star
Nos ponemos en ruta por ciudad y lo primero que resalta es una excelente maniobrabilidad entre calles. La dirección es muy blanda, lo que nos permite un gran manejo y grandes posibilidades en la urbe. Durante los primeros kilómetros nos da tiempo a descubrir que contamos con una suspensión de configuración blanda, ideal para superar aquellos baches y resaltos que tanto nos molesta por ciudad, ofreciendo así un máximo confort.
El motor ofrece una buena respuesta en todo momento, manteniendo un consumo bajo durante todo el recorrido. Es una mecánica suave en marcha, que pasa prácticamente desapercibida para nuestros oídos la mayor parte del recorrido. Cuenta con un sistema Start&Stop, que contribuye a reducir el consumo de combustible.
Como prácticamente todas las mecánicas tricilíndricas equipadas en coches urbanos, cuando se encuentran al ralentí muestra una serie de vibraciones. En el caso del Mitsubishi Space Star no es diferente, aunque si debo mencionar que pueden pasar desapercibido debido a que estas son bastante ligeras.
Es hora de salir a carretera, y lo primero que notamos tras su volante es un balanceo de la carrocería producido por una combinación de diferentes factores: una suspensión blanda, combinado con una dirección suave que en días de viento -como los que me tocaron durante la prueba- puede dar una primera impresión de inestabilidad.
A lo largo de los días, y a medida que realizaba más kilómetros, pude comprobar que todo se quedaba en eso, una simple impresión. A pesar del balanceo de la carrocería el comportamiento en carretera es realmente bueno para un coche de su talla, e incluso mantiene un nivel de confort bueno gracias a su suspensión, que absorbía sin inconvenientes las irregularidades del asfalto.
El motor aumenta su rumorosidad en carreteras y autovías, así como su consumo, que comienza a mostrar medias que superan los seis litros a los 100, un consumo bastante ajustado si tenemos en cuenta que el régimen superará la zona media del motor a 120 Km/h.
Durante toda la prueba, y con un uso de aproximadamente 70% ciudad y un 30% restante de carretera, obtuvimos al finalizar una media de solo 6,5 litros a los 100. Sin embargo nos veremos obligados a pasar por frecuencia por un surtidor de gasolina, debido a que disponemos de un depósito de solo 35 litros, algo que nos puede afectar más al recorrer grandes distancias pero que si hacemos un uso más urbano no nos afectará en mayor medida.
En conclusión
Durante esta semana el Mitsubishi Space Star ha demostrado ser un puro urbanita que no teme nada los pequeños viajes en carretera. Ha mostrado ser realmente espacioso pese a no superar los 3,7 metros de largo, ofreciendo el espacio suficiente para acomodar a cuatro personas y manteniendo un tamaño justo para ofrecer la máxima movilidad en ciudad.
Su motor se resuelve bien en entornos urbanos, manteniendo en todo momento un bajo consumo y unas buenas prestaciones en marchas cortas. Al circular en carretera siempre que mantengamos cruceros tranquilos el Mitsubishi Space Star seguirá mostrando un consumo ajustado, sin embargo, cuando requiramos más potencia para afrontar cuestas o tramos de continuos cambios de marcha este aumentará, aunque si es cierto que no de forma escandalosa.
En cuanto a su comportamiento, Mitsubishi ha desarrollado el Space Star para un uso más urbano, sin embargo en carretera y pese a la percepción inicial de balanceo provocada por unas suspensiones blandas y una dirección suave, ha demostrado moverse con soltura, permitiéndonos disfrutar de aquellos trazos sinuosos.
Si estás buscando un urbano que ofrezca grandes dosis de habitabilidad, un buen comportamiento, maniobrabilidad, y todo ello a un precio realmente ajustado, el Mitsubishi Space Star estará sin duda dentro de las opciones que barajes.
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