Cuando hablamos de viajar, siempre desviamos la mirada hacia coches amplios y cómodos, coches que nos permitan llenar el maletero sin rompernos la cabeza jugando a un "tetris" particular. Queremos que todos los ocupantes puedan desplazarse de forma cómoda y sobretodo: queremos que consuma lo mínimo posible.
Esta semana, y aprovechando el ecuador de las vacaciones de verano hemos decidido poner a prueba una de esas opciones que aparentemente tiene todas las cualidades que proponemos a la hora de buscar un coche completamente viajero, aunque quizá no es exactamente la combinación que esperabas. Nos referimos al Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV con caja de cambios EAT6.
¿Un motor de gasolina para un coche viajero?
¿Por qué no? Peugeot promete con la nueva mecánica de tecnología PureTech una gran relación prestaciones/consumo, y nosotros estamos para comprobar si lo que nos dicen desde Francia es cierto, lo cual estamos ante una de las pruebas más prometedoras que te hayamos ofrecido hasta ahora.
Desde parado el Peugeot 308 SW ya tiene mucho que ofrecernos, y pese a que lo habitual es que iniciemos el primer análisis a su exterior, vamos a hacer una excepción comenzando por su maletero, y es que es sin duda uno de sus más grandes argumentos comerciales -además literalmente-. Nada más levantar el portón encontraremos una boca de carga baja y una superficie plana, lo que nos facilita a la hora de cargar bultos pesados.
Hablando de cifras, Peugeot ofrece nada menos que 585 litros de capacidad, todo ello sin necesidad de recurrir a plegar los asientos traseros, pero si lo hacemos, obtendremos nada menos que 1.910 litros de capacidad, cifras que le levantan al Peugeot 308 SW a la cabeza en cuanto a espacio en el maletero.
Continuamos por su interior, esta vez acomodándonos tras el puesto de conducción, el cual te sorprenderá si no has tenido la oportunidad de subirte a un Peugeot de última generación. El i-Cockpit trata de ofrecer al conductor una experiencia en la conducción muy diferente, con un cuadro de instrumentos sobre elevado y un volante que reduce considerablemente su tamaño.
De esta forma, tendremos toda la información necesaria para la conducción a simple vista -y prácticamente sin retirar la vista de la carretera- mientras que gracias al tamaño del volante promete mejorar el manejo del 308, así como aumentar las sensaciones.
La calidad que ofrecen los materiales empleados para realizar el habitáculo del Peugeot 308 SW, así como su aspecto es solo una muestra de cómo Peugeot ha querido ofrecer las mejores sensaciones a bordo de su compacto, cuidando mucho este aspecto. De esta forma, nos encontramos ante uno de los mejores interiores por calidad de su categoría, sorprendiendo a todos en este aspecto.
En cuanto a su diseño, Peugeot ha querido reducir al máximo los botones que encontraremos repartidos por todo el tablero de abordo, de forma que elementos como el climatizador únicamente estén disponibles accediendo a la pantalla central. Durante la prueba ha demostrado ser realmente eficaz y cómodo el ejercicio de centralizar funciones "de segundo plano", aunque personalmente sigo prefiriendo un sistema tradicional, con botones para cada elemento que evite posibles errores e incluso distracciones durante la conducción -de hecho, recomendamos su manejo únicamente en parado-.
En cuanto los asientos, no dudaré ni un segundo en tildarlos como unos de los más confortables y completos de su categoría. Nuestra unidad está equipada con asientos eléctricos, calefactables y con memoria, además de estar revestidos por una tapicería de cuero club Nappa de tono gris crudo guerande. Sin embargo debes saber que estamos ante un extra de nada menos que 1.600 euros, un precio elevado que debes valorar si merece la pena sumar al total.
Es hora de pasar a las plazas traseras de este "grandullón", para descubrir altas dosis de espacio para los ocupantes de estos asientos. Aquellas personas de estatura media no tendrán ningún problema en estas plazas, e incluso nos atrevemos a afirmar que tres personas no tendrán mayores problemas en viajes largos -en esta ocasión, no hemos tenido oportunidad de probarlo-.
Estéticamente estamos ante un compacto familiar que llama bastante la atención, pese a que se está comenzando a ver cada vez más y más por las calles, no he llegado a escuchar ningún comentario negativo acerca de su aspecto. Peugeot ha renovado por completo el aspecto de la segunda generación del Peugeot 308, de forma que ya no encontramos una boca enorme en el paragolpes o unos faros delanteros de diseño alargado hacia arriba, señas inequívocas de que estábamos ante un Peugeot.
La zaga del Peugeot 308 SW está muy lograda y equilibrada respecto al resto del conjunto, algo difícil de lograr en este tipo de modelos, ya que por norma general la parte posterior de las carrocerías familiares se desarrollan tras tener listo el diseño de la carrocería hatchback, lo cual imposibilita lograr un diseño acorde 100% con el resto de la estética del conjunto.
Es hora de pasar a descubrir todo lo que tiene que ofrecernos el Peugeot 308 SW en carretera, aunque será en el próximo articulo cuando analicemos en detalle a este familiar compacto, tratando así de saber si estamos ante un autentico viajero.
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