El Volvo V40 está dejando muy buenas sensaciones a lo largo de esta semana a la que hoy ponemos fin contando las impresiones de conducción de este compacto, para lo cual hemos realizado un recorrido de casi 2.000 kilómetros, circulando con él por diferentes trazados donde hemos podido descubrir su comportamiento a fondo.
Pero antes de pasar a la acción debemos conocer qué tenemos bajo el capó, lo que da vida a nuestro Volvo V40 D4. Estamos ante un bloque de nueva factura de 4 cilindros que cubica dos litros y desarrolla una potencia de 190 CV y 400 Nm de par motor. Con este bloque consigue unas cifras muy alegres, como un 0 a 100 en solo 7,2 segundos o una velocidad máxima de 230 Km/h, homologando un excelente ciclo mixto de 4,2 litros a los 100.
Está asociado a una caja de cambios automática de convertidor de par ocho velocidades, lo que ayuda a lograr una suavidad excelente en autovía y un consumo a raya, pero ya entraremos con ella en detalle.
El Volvo V40 D4 en ciudad
Iniciamos nuestra prueba en ciudad, donde el Volvo V40 destaca por su suavidad en marcha. Sus casi cuatro metros y medio no son un problema para pequeñas y grandes urbes, ya que ofrece una gran maniobrabilidad en estas. Su dirección es suave y muy agradable de llevar, mientras que su suspensión es cómoda, ya que Volvo ha apostado por brindar el máximo confort a sus ocupantes.
Ayudas de seguridad como el sistema de reconocimiento de ángulos muertos, City Safety (que detecta colisiones inminentes a velocidades de hasta 50 Km/h, así como alertar si la diferencia de velocidad entre nuestro V40 y el coche precedente es menor a 15 Km/h, o el propio airbag para peatones nos protegerá durante nuestras aventuras en la urbe.
La caja de cambios muestra un comportamiento muy suave, tratando de llevar el régimen del motor bajo para ahorrar combustible, pero muy rápida para cuando exijamos potencia, cuando queramos tratar de obtener consumos bajos, además de contar con la ayuda de esta, el sistema Stop&Start nos brindará un buen trabajo tratando realizar un consumo mínimo, aunque como es natural, se aleja de los 5,0 litros a los 100 homologados, y se sitúa ligeramente por encima de los 7,5 litros, lo cual es un buen dato para la combinación mecánica ante la cual nos encontramos.
Salimos a carretera
Al salir a carretera es donde notaremos a un Volvo V40 como en casa, es donde nos va a ofrecer su mejor cara (pero acaso, ¿tiene mala cara?) y donde sin duda disfrutaremos más de él. Es un autentico viajero, lo que no quiere decir que no se permita sacarnos una sonrisa entre curva y curva, porque pese a no tener un carácter deportivo, debemos reconocer que se mueve muy bien en carreteras reviradas, sobre todo si jugamos con el modo secuencial de la palanca de cambios.
Para evitarnos sustos, el Volvo V40 ofrece ayudas durante la conducción, como detector de ángulo muerto, Asistente de Mantenimiento de Carril, Alerta de Tráfico Cruzado, Alerta de Colisión y lector de señales de tráfico... este último es muy útil para poner a salvo nuestro carnet de conducir.
Durante los casi 2.000 kilómetros recorridos debo decir que prácticamente el 70% de ellos fueron en diversas carreteras y autovías, de las cuales pocas se libraban de contar con desniveles, por lo que pudimos comprobar que es sencillo mantener el ritmo al que circulamos, aunque es cierto que el consumo instantáneo se elevará entorno a los dos litros por ello, pero a cambio no reduciremos nuestro ritmo.
En definitiva, el consumo en este tipo de vías rondó los seis litros, llegando a mantener durante varios kilómetros consumos instantáneos de entre tres y cuatro litros, gracias en parte a la caja de cambios, que nos ofrece ocho relaciones. Sin duda es toda una sorpresa para la redacción, ya que no esperábamos que se pudiese lograr las cifras obtenidas por el momento y sobretodo, en el tipo de vías en las que se probó el Volvo V40.
En conclusión
El Volvo V40 D4 es sin duda un coche muy a tener en cuenta si valoras un compacto premium, de hecho, considero que sería un grave error no mirarlo si quiera, debido a que ofrece muy buenas cualidades con las que sin duda se desmarca de la competencia y sorprende.
En cuanto a la vida abordo, los ocupantes se mantienen cómodos en todo momento, aunque es cierto que en la fila trasera tres personas van algo justas, pero es suficiente si no vamos a realizar viajes de muchas horas de duración. Como conductor debo decir que el Volvo V40 se muestra muy noble de reacciones en carretera -como le caracteriza a los Volvo- sin por ello renunciar a disfrutar al volante de las prestaciones ofrecidas por este nuevo propulsor.
En cuanto al maletero si es cierto que encontraremos dos problemas principales: una boca de carga estrecha y un maletero de menor capacidad que la de sus rivales (estamos hablando que el Volvo V40 cuenta con 335 litros, mientas que por ejemplo el Mercedes-Benz Clase A tiene 341 litros de capacidad, el BMW Serie 1 cuenta con 360 litros o el Audi A3 Sportback, que ofrece 380 litros), pero a mi juicio esto no supone graves problemas de espacio, ya que estaríamos ante una diferencia de espacio de máximo 45 litros, y seguramente no lleguemos a notarlo.
Sin embargo, elementos como el Bluetooth o el puerto USB son elementos que se echan muy de menos del amplio equipamiento, y más cuando en la gran mayoría de modelos generalistas y premium del mismo segmento lo incluyen de serie.
Personalmente, el Volvo V40 me ha parecido un gran compacto, que está muy a la altura de sus rivales germanos, e incluso superándolos en algunos ámbitos. Esta combinación mecánica me parece fabulosa, sin embargo si no deseas tanta potencia y con 150 CV tienes suficiente, puedes optar por un D3 que también ofrece una buena relación prestaciones/consumo, y disponible con cambio manual o cambio automático de seis velocidades, ahorrando unos 2.300 euros respecto a nuestro D4 si eliges un D3 con cambio automático.
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