Tres años después de su presentación, nos ponemos a sus mandos para descubrir todo lo que tiene que ofrecernos el compacto de la casa sueca y no, no lo hacemos con cualquier versión. Para esta prueba hemos elegido el acabado Momentum, todo ello con la nueva mecánica D4 de 190 cv asociada a un cambio automático, que promete ofrecer al conductor buenas sensaciones sin olvidarse de mantener un consumo realmente bajo.
Pero, ¿Cómo probar a fondo el Volvo V40 para descubrir realmente todo lo que tiene que ofrecernos? Muy sencillo, con un itinerario de casi 2.000 kilómetros donde alternaremos ciudad, poblaciones con grandes pendientes y desniveles, carreteras sinuosas, con firmes en mal estado y por supuesto, autovía y autopista.
Pero antes de arrancar nos tomamos nuestro tiempo para descubrir los primeros detalles que nos ofrece el Volvo V40, y que por supuesto le permite distinguirse del resto de compactos. Debemos comenzar por su exterior, ya que nos ofrece una silueta única, con un sello puramente Volvo. Con su elegante silueta tratará de seducirte, y elementos como su enorme techo panorámico, sus faros adaptativos de Xenón, o el diseño de su zaga te conquistarán.
La buena elección
Para esta ocasión, el Volvo V40 se ha bañado de un Rojo Flamenco que resalta todos sus trazos, reafirmando su elegancia. Este tono está combinado con las llantas de 16 pulgadas "Matres". Sin duda una elección discreta y acertada para todo el potencial que promete bajo el capó.
Nada más acceder a su interior, una sensación de calidad y buen trabajo es lo primero que percibo. El grabado de su tablero de abordo es único y llamativo, y refuerza esta apreciación. Para sus asientos se ha optado por el cuero blanco para su revestimiento, una combinación que pese a no ser de mis favoritas, debo decir que a mi juicio refuerza la elegancia de la unidad.
El diseño del interior ha sido cuidado al máximo detalle, y detalles como su consola central "flotante" así lo afirma. Justo detrás encontraremos un hueco muy útil para vaciarnos los bolsillos y viajar cómodos. Esta consola alberga la botonería del climatizador bi-zona y de la radio, así como un teclado numérico.
Otro de los detalles que caracterizan al Volvo V40 y le permiten destacar de entre la competencia es su cuadro de instrumentos digital y personalizable, el cual gracias a los tres modos disponibles (Elegance, ECO y Performance) podremos seleccionar el que deseemos en función de nuestro estado de ánimo, de nuestro gusto, o de nuestras preferencias.
Pasando a valorar el puesto de conducción, una vez encontrada nuestra postura nos vamos a sentir realmente cómodos en él, pese a que a mi juicio mandos como los del climatizador no deberían estar junto a los botones que controlan la radio o por lo menos deberían diferenciarse más, ya que salvo los que direccionan el aire podemos confundirlos en marcha con los botones que regulan la radio, siendo inevitable dirigir la vista para encontrar el botón correcto.
En cuanto a la visibilidad, Volvo ha realizado un excelente trabajo en general, ya que encontraremos pocos ángulos muertos, y los que encontremos los sistemas de ayuda nos facilitarán la conducción avisándonos con gran precisión y evitando situaciones peligrosas. Un punto donde se reduce la visibilidad es en la luneta trasera, debido a los grandes reposacabezas, pero Volvo ha pensado en ello y cuando no viaje nadie en esta fila de asientos podemos escamotearlos solucionando el problema.
Pasando a la parte trasera, encontramos una banqueta trasera preparada para albergar a tres ocupantes, sin embargo por su forma y diseño los que ocupen los extremos de esta serán los que viajen más cómodos. Los reposacabezas protegen a la perfección a los ocupantes, y aquí sin duda no me tiembla la mano para dar un diez a volvo.
El acceso es fácil y cómodo, aunque sí es cierto que aquellas personas altas deben tener cuidado con la cabeza debido a la inclinación del techo. Por otra parte dispondremos de suficiente espacio para piernas y rodillas, mientras que la altura al techo para una persona como yo, de 1,75 metros es correcta.
En cuanto a su maletero, Volvo cuenta con una capacidad de 335 litros, que pese a no ser de los mejores de su segmento, nos asegura espacio para transportar un par de maletas de tamaño grande y alguna mochila. Para optimizar el espacio, disponemos de un falso fondo. Además, si necesitamos más espacio dispondremos de 1.032 litros con solo plegar los asientos.
Llegados a este punto, es hora de volver al Volante del Volvo V40 y probar a fondo su comportamiento, pero eso será en el próximo artículo donde te contaré todas mis impresiones y conclusiones acerca de este interesante compacto.
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