Temporadón, es la palabra. La palabra ideal para definir el año del campeón de España de rallys de asfalto. Cristian García ha sido el absoluto dominador del certamen, sin dudar. Ha sido dictador en cada rally, magnífico en cada tramo, excelso en cada kilómetro. A sus 25 años ha doblegado con total autoridad a pilotos más expertos como Pedro Burgo, Luis Monzón o Iván Ares. Ha monopolizado no solo las victorias - seis de ocho rallys disputados hasta la fecha- sino también los scratchs. Y la suerte, que también le ha sonreído, como a un buen campeón. Una temporada excelente. Así ha sido el temporadón del campeón.
Todo comenzó allá por el mes de marzo. Saltaba la noticia: el equipo Mitsubishi-Repsol estará de manera oficial en el Campeonato de España de Rallys de Asfalto. La petrolera, lejos de escoger a grandes campeones, a veteranos ganadores, apostó a la juventud, se la jugó. Y vaya si le ha salido bien. El jefe de filas no sería otro que Cristian García, un aragonés de solo 25 años. En su palmarés, una título de la Beca RMC y otro de la Mitsubishi EVO Cup, dejando buenas sensaciones a lo largo de la temporada 2015.A su lado, un piloto más experimentado, experto en mil lides y diferentes trofeos, copas, vehículos... Alberto Monarri. Y en el fondo, un jovencísimo Jan Solans, con el carnet de conducir recién sacado, listo para pelear por las victorias en el Grupo N. Solo Cristian haría el campeonato completo. Los otros dos se saltarían el periplo por las Islas Canarias. Jugaron a campeones con el aragonés y han salido victoriosos.
El inicio del temporadón
Todo listo. El Mitsubishi Lancer N+ embarcó hacia las 'islas afortunadas' y todo comenzó. Y vaya si comenzó bien. El Rally Islas Canarias arrancó con una igualada disputa entre Iván Arés y Cristian García. Tres tramos le duró el sueño al gallego. Vio como García se ponía líder en el cuarto tramo del viernes para no abandonar jamás ese cajón del podio. La suerte le sonrió con el abandono de Ares, dejando fuera al que estaba siendo su principal oponente.
Se fue a dormir con menos de medio minuto de margen sobre su más inmediato rival, Luis Monzón. Nada decidido. Pero al inicio de la segunda jornada todo iba a quedar más claro. Empezó fuerte Cristian, poco a poco, segundo a segundo, como una maza golpeando al clavo. Cuatro de seis scratchs para terminar con 39 segundos de renta respecto al canario, que corre mucho pero que mucho en sus islas. Primera victoria. Líder del certamen. No lo abandonaría.
Rey de las Islas
Si en Las Palmas Cristian inició su dominación, todo continuaría en Tenerife. Dominó con total autoridad los tramos tinerfeños, marcando el mejor tiempo en ocho de los doce tramos cronometrados. De nuevo, la prueba arrancó con una preciosa lucha entre García y Ares. Pero la noche iba a dictar sentencia. Marcando los dos últimos scratchs del día, el aragonés dejó a su rival a 19 segundos.
Siguió Ares al acecho. Scratch para uno, scratch para otro, y la diferencia que no acababa de dispararse. En el tercer tramo de la mañana, el de Santiago de Teide, Cristian iba a meterle 23 segundos a su rival. Rally sentenciado. Le sirvió con contemporizar en el último bucle para llevarse el Rally de Adeje y culminar su dominación en las islas. Pedro Burgo acababa tercero y, tras los resultados del Islas Canarias, se convertía en su principal rival por el campeonato.
El dominio sigue, ya en la península
Llegó la península. La Sierra Morena despertaba con el rugir de los motores, con el rugir de los rivales que querían acabar con la dominación de Cristian García. Pero la mañana le vino como anillo al dedo al aragonés que, ya junto a su habitual copiloto Rebeca Liso, marcó el mejor tiempo en los cuatro tramos disputados. Casi un minuto le metió a Yonathan Pérez, dejando el rally prácticamente decidido salvo sorpresa o infortunio.
La tarde fue para el asturiano, que marcó tres scratchs -un tramo se neutralizó- y apretó a García que no se puso nervioso. Mantuvo su ritmo para no tener problemas pero con esa dosis de precaución que da el tener casi 60 segundos de margen. Al final, se impuso sin apuros vespertinos y dejaba a Burgo a 28 puntos con solo tres pruebas disputadas.
La fortuna no sonríe en Ferrol
Quizá la prueba más desafortunada para la pareja García-Liso. Llegaba el siempre complicado Rally de Ferrol, con su asfalto estrecho, sucio y resbaladizo. No le venía mal del todo al Mitsubishi pero un pinchazo, en el tercer tramo, les iba a alejar de toda opción. Y eso que las cosas empezaron bien, con dos scratchs en las dos primeras especiales. El imprevisto les hacía perder más de tres minutos y medio. Adiós, salvo milagro, a la victoria y al podio.
El pinchazo marcó el rally. Cristian no estuvo en el ritmo de los mejores y se centró en escalar puestos y minimizar pérdidas. Finalmente, pudo escalar hasta la séptima posición y la cosa no fue tan mal pues Pedro Burgo, su máximo rival por el título, finalizó quinto. Solo dos puestos de diferencia. Minimizando pérdidas. Además, la retirada de Yonathan Pérez, que marchaba tercero en el campeonato, también le benefició.
Las circustancias se alían a favor en Cantabria
Si Ferrol fue complicado, no lo sería menos Cantabria. Lluvia, piso sucio y resbaladizo, dos tramos suspendidos... Cristian prefirió empezar con calma. Esa regularidad que le ha llevado a ser campeón fue la que usó en los tramos montañeses, dejando el protagonismo del rally para el gran favorito, el local Surhayén Pernía, y a su compañero Alberto Monarri. Pero al inicio de la segunda etapa, el cántabro se veía obligado a abandonar tras un fuerte golpe en su Fiesta R5.
A partir de ahí, García marcó scratch tras scratch, con la sola oposición de su compañero Monarri. Se puso líder en el primer tramo de la segunda jornada y ya no abandonó jamás el primer escalón del podio. Se aprovechó -de nuevo la suerte del campeón- del problema de Monarri en la antepenúltima especial, lo que le dejaba con un amplio margen para imponerse en Cantabria. El abandono de Pedro Burgo también le benefició y dejó el CERA todavía más encarrilado.
Cuando y como Cristian quiso
Vuelta a tierras gallegas. Los abrasivos tramos orensanos, unido al intenso calor, suponían un quebradero de cabeza para monturas y neumáticos. Pero Cristian lo tuvo claro. Con el campeonato muy bien enfilado, quiso seguir apretando, quiso seguir marcando la pauta. En Ourense cogió el liderato en el tramo espectáculo para no soltarlo jamás. ¿Os suena no?
A partir de ahí, marcó el ritmo en los tramos de la mañana, contemporizando, peleando de tú a tú con los Ares, Burgos y cía pero nunca dejándose mucho tiempo. El segundo bucle de la mañana le sirvió para distanciar algo más a sus rivales y sentenciar en el mítico Cañón do Sil, de más de 30 kilómetros. No esperó a la segunda pasada, scratch en el primer paso y prueba sentenciada. Que venga la siguiente.
Triunfo en el Bierzo mirando al Princesa
De Ferrol hasta el Princesa, había dos meses de descanso. De junio a septiembre. Así pues, varios pilotos punteros, incluído Cristian, se apuntaron al Rally del Bierzo para recuperar el ritmo de cara a la prueba asturiana. Como no, García también se impuso ante pilotos de la talla de Alberto Monarri, Amador Vidal, Felix Macías o Gustavo Sosa. Incontestable de nuevo.
Y llegó una de las pruebas más esperadas del año. Pero no fue la mejor para Cristian. Es más, quizá fue una de las peores. Mal inicio, a contrapié. A diferencia de rallys atrás. Un golpe en la parte trasera del EVO X y una salida de carretera en la primera sección de la prueba hipotecó el Princesa de Cristian García. El aragonés finalizaba la primera etapa en séptima posición, a más de dos minutos del líder Iván Ares.
En la segunda jornada se vio obligado a remontar para intentar minimizar daños. Consiguió adelantar a Mora y Palacio en competición y se benefició del abandono de Sergio Vallejo para terminar en cuarta posición y ver la prueba llanisca como el primer 'match ball' para hacerse con el título.
Primer 'match ball' y título en el bolsillo
Y al fin llegó Llanes. En palabras de García, su prueba favorita del año. Y lo demostró. La cogió con ganas. Le valía con ser décimo para hacerse con el título, pero pasó de conservadurismo. Al ataque desde el comienzo. Y es que cuando algo te gusta, cuando algo es favorito... mal se tiene que dar para no ir a po todas. El aragonés se llevó cinco de los seis tramos de la mañana, en una bonita lucha con su compañero Monarri.
Llegaba la tarde y Cristian tenía medio minuto sobre el madrileño. Le bastó con conservar durante el primer bucle vespertino y aprovechar el abandono de Monarri en el penúltimo tramo para poder celebrar la victoria y el campeonato. Aun así, fue el más rápido en el último tramo. Scratch, rally y campeonato. Combo mágico.
Y así fue, en la llegada de Riu Cabra, como Cristian García y su copiloto Rebeca Liso pudieron celebrar su primer título de campeones del CERA. Regularidad, ambición, rapidez, fiabilidad y esa dosis de suerte que tienen los campeones. Todo ello, unido a un equipo y a un coche ganador. El primer Mitsusbishi que se impone en el campeonato, un hito histórico para la marca nipona. Y ojo, el piloto más joven en ganar el CERA tras Dani Sordo en 2005. ¿Alguna similitud? Lo veremos en el futuro.
Fotos: Mitsubishi-Repsol oficial y Facebook Cristian García.
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