La undécima etapa del Dakar 2016 encamina la carrera hacia su parte definitiva. Definitiva si no está ya decidida. Salvo en la categoría de quads, los ganadores están prácticamente dividos. En coches, la categoría que nos atañe ahora mismo, Stephane Peterhansel (Peugeot) tiene la victoria muy cerca. Su principal perseguidor ganó hoy. Nasser Al-Attiyah (Mini) está acabando fuerte y consigue su segundo triunfo en este Dakar 2016.
El catarí no ha tenido ni un solo problema en el día de hoy, pese a salir apretando desde el inicio. Según declara, ya no ve factible la victoria pero debe defender la segunda plaza de Giniel de Villiers. En los últimos 30 kilómetros se le rompió el eje delantero de su ALL4 Racing pero acabaron sin problemas y afianzando su posición en la última parte de la especial.Nasser Al-Attiyah: "Ha sido un día muy largo y con mucho calor. He ido tirando sin parar y estoy muy contento de haber ganado la etapa. En los últimos 30 kilómetros, se nos ha roto el eje delantero y solo íbamos con dos ruedas, pero sin mayores problemas, porque los neumáticos han respondido muy bien y no tuvimos ni un pinchazo ni nada de nada. El vehículo ha respondido a la perfección. Va a ser difícil, pero tengo que consolidar mi posición delante de Giniel. Ahora mismo tenemos 21 o 22 minutos de ventaja sobre él, así que la verdad es que sí, estoy muy contento".
Por su parte, segundo hoy en una gran lucha con Nasser y Stephane, Sébastien Loeb. Tras dos etapas con muchos problemas en las dunas y la arena fina, el francés parece recuperar la buena senda en pistas y recorridos que le vienen mejor. Hoy acabó segundo con la transmisión rota pero con la suerte de que Cyril Despres les remolcara hasta la meta.
Sébastien Loeb: "Sé ir muy rápido pero no marcar ritmos, atravesar la maleza...
Sébastien Loeb: "A 2 kilómetros de meta y después de 440 kilómetros de especial, se ha roto la transmisión. Menos mal que acabábamos de doblar a Cyril [Despres] 3 kilómetros antes, porque ha sido tan amable de parar y de remolcarnos hasta aquí. Si no, ahí seguiríamos cambiando las piezas necesarias, pero así hemos hecho un tiempo más que correcto. Al principio de la especial he perdido tiempo porque no conseguía doblar a Nani [Roma], pero al final ha ido todo bien. El aprendizaje es real como la vida misma. Yo sé ir muy rápido, pero marcar rumbos, atravesar la maleza... todo eso es nuevo para mí. Hoy también había mucho tramo fuera de pista, con menos dunas, pero con muchos cauces secos. En fin, ha ido todo bien. La etapa ha sido larga y muy exigente para los coches, pero estoy contento de haber llegado al final".
Stephane Peterhansel: "Basta un mal día en el Dakar y hala, hasta el año que viene"
Pero el gran ganador no es otro que Stephane Peterhansel. El jefe de filas de Peugeot va camino de conseguir su victoria número doce en el raid más duro del mundo. Ha peleado con Al-Attiyah y Loeb mientras ha querido y, cuando se ha complicado la especial, cuando a sentido que su labor en la etapa había concluido, ha querido evitar problemas y se ha dedicado a conservar.
Stephane Peterhansel:"Con 430 kilómetros bastante complicados de navegación, con fesh-fesh, con lechos secos y, además, con un verdadero laberinto ya al final, es normal que estemos estresados. Escuchamos bien cualquier ruido del motor y prestamos atención a todas las pérdidas de adherencia para no estropear ninguna pieza de la transmisión. Un problema mecánico podría dejarnos en la estacada. Si nos quedamos tirados en la pista, avanzar no habría servido de nada. El rally se caracteriza por esos altibajos continuos. Basta un mal día en el Dakar y hala, hasta el año que viene".
Cyril Despres: "No íbamos a dejar atrás a un Peugeot"
Por último, un hombre que está yendo a más es Cyril Despres. Hoy podría haber acabado más arriba pero se paró a ayudar a Loeb. Le remolcó hasta la meta tras romper la transmisión. El cinco veces ganador del Dakar en motos progresa adecuadamente y aprovechará estas jornadas finales para coger experiencia en la parte que más necesita, las pistas duras.
Cyril Despres: "Una jornada agotadora con mucho golpe de volante y mucho freno en todos los sentidos. Tengo las rodillas un poco hechas polvo. Hemos intentado mantener un buen ritmo, viendo el polvo de Stéphane Peterhansel allá a lo lejos delante de nosotros. Hemos seguido tirando y, a 20 kilómetros del final, hemos roto los manguitos para inflar las ruedas, así que hemos ido con mayor tranquilidad. A 5 kilómetros de meta, Seb nos ha adelantado, pero un kilómetro y medio después se ha detenido porque una piedra le ha roto una pieza de la transmisión. No tenía sentido perder 10 minutos reparándolo en ese lugar, así que ha sacado la cincha y me ha dicho si le ayudaba. Claro que le he ayudado, no vamos a dejar atrás a un Peugeot, ni mucho menos. Empezamos ahora a proteger el coche, los neumáticos, etc, sin hacer tonterías. El objetivo sigue siendo Rosario. Si no hubiese ganado nunca una etapa del Dakar, a lo mejor iría a por una, pero como ya lo he hecho...".
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