Todo quedaba en casa y dentro del Grupo Piaggio, puesto que pasaba de competir en una Gilera de 250cc a una Aprilia RSV4 Factory en el WSBK. Sin embargo, nadie esperaba que el piloto italiano con su 58 siempre presente pudiera hacerlo tan bien debido a su nula experiencia en una montura de estas características, visiblemente más potente que la montura que manejaba habitual.
Pero el piloto de Cattolica estaba hecho de otra pasta y clasificando en segunda fila de parrilla, tuvo que abandonar en la primera carrera del fin de semana, pero en la segunda consiguió subir al podio con la Aprilia RSV4 Factory adelantando a Max Biaggi -su eventual compañero de equipo- para sumar la tercera posición y por ende el mejor estreno que nadie podía llegar a imaginar.
Recuerdo de este momento
Tras su fallecimiento, en el Museo de Marco Simoncelli están presentes gran parte de las motos que ha pilotado durante su trayectoria, desde la Honda RC213V de MotoGP, pasando por la Gilera de 250cc y alguna de las Aprilia de 125cc. Sin embargo, restaba la moto de este peculiar episodio de su trayectoria que muchos desconocen y ahora este hueco ha quedado tapado. El Grupo Piaggio ha donado la Aprilia RSV4 con el número 58 que Marco Simoncelli usó el 27 de septiembre de 2009 para conseguir este podio en el Mundial de Superbikes.
La moto ha sido entregada al padre del malogrado piloto, Paolo Simoncelli, que ya ha confirmado que será exhibida en el museo de Marco Simoncelli. Un trocito de historia y que además se forjó con mayúsculas ya que Marco Simoncelli siendo debutante adelantó a un experimentado Max Biaggi con la misma moto en una curva tan complicada como la Variante Baja de Imola.
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