Stephan Schaller, cono director de BMW Motorrad, ha reconocido que no ha sido una decisión fácil y que a pesar de su abandono seguirán apoyando el Mundial de SuperBikes con el fin de que los compradores finales estén contentos con los servicios. Sin embargo, la marca de manera oficial desaparecerá y quedará integrada en la sección italiana que se encargará del desarrollo del chasis y por supuesto de decidir quiénes serán los pilotos, mecánicos y partes fundamentales del equipo de cara a la parrilla de 2013.
Bernhard Gobmeier, que ha sido el responsable de la reestructuración tras las primeras victorias en el Mundial de SuperBikes. El reto se mantiene para el resto de la temporada pero la decisión tomada responde en palabras del propio directivo a "una decisión estratégica de la corporación BMW Motorrad"
¿Qué se esconde?
Tras esta decisión un tanto peculiar debido a su prontitud, ya que por muchos era esperado que BMW dejase el camino de las SuperBikes en algún momento de los próximos años, se pueden esconder dos objetivos o culpables. El primero de ellos es la incursión en MotoGP, aprovechando la presencia de las CRT como elemento trampolín hacía una incorporación a mitad de tabla sin que los resultados sean demasiado pobres y con dos años por delante antes del cambio normativo y de la posible aparición de las Production Racer.
El segundo y mucho menos tranquilizador es el tan temido recurso de los problemas económicos que habrían puesto punto y final a la participación de BMW Motorrad como marca oficial en el Mundial de SuperBikes y que pondrían en peligro su más que posible incorporación al Mundial de MotoGP en los próximos años.
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