Antes incluso de este buen debut y de saltar al asfalto de la pista australiana, Michael van der Mark afirmaba a la web oficial del campeonato: "Unirme a este equipo con el actual campeón del mundo es un gran reto y una gran oportunidad para mí. Creo que juntos formamos un equipo fuerte y que podemos aprender unos de otros. La moto es un poco más pesada, pero tiene mucha más potencia. Lo más importante que debo aprender es la electrónica, hay mucha en la moto. Es bastante difícil, pero también algo muy interesante de conocer".
Grandes retos
Hablando de sus metas para este año, Michael van der Mark demuestra su ambición aunque quiere ir paso a paso en la categoría reina de las motos de producción: "Quiero ir más rápido. Pero estoy contento. Como cualquier piloto, quiero ganar, pero tenemos que ser realistas. Me limitaré a esperar a las dos o tres primeras carreras y luego veremos dónde estamos y cuáles son las metas para final de año. Por el momento, estoy contento con el progreso que estamos haciendo y creo que, si podemos seguir así, será un buen año. Tenemos que mejorar gradualmente".
La siguiente oportunidad de demostrar su velocidad y seguir con el buen papel cosechado en Australia será en apenas tres semanas. El piloto holandés afrontará la segunda cita del Mundial de Superbikes, que tendrá lugar entre los días 20 y 22 de marzo. Además, lo hará en igualdad de condiciones con respecto al resto de pilotos ya que el World SBK debutará en Tailandia y el Circuito Internacional de Chang será un gran desconocido para todos los pilotos que forman la parrilla de la categoría.
Artículos recomendados