Bimota debutó en MotorLand Aragón en su regreso al WSBK y lo hizo bajo unas condiciones ya de por sí peculiares. La marca italiana competía con el resto de la parrilla pero al no haber homologado su modelo, no podía puntuar para el campeonato de marcas ni el de pilotos. En cualquier caso, una situación intermedia para poder empezar a adquirir experiencia en pista. Entonces ya se sabía que Bimota debía cumplir con la producción de 125 unidades de la BB3 en los siguientes cuatro meses, periodo en el que ni siquiera se ha llegado a 50 motos producidas.
Potencial ahogado
En lo que respecta a los resultados en pista, lo cierto es que la BB3 EVO ha funcionado bien y ha estado luchando entre las mejores EVO de la categoría, algo que es muy meritorio si tenemos en cuenta que era una moto con mucho potencial pero muy nueva. Gran parte de la culpa de estos resultados ha sido del Team Alstare, así como de los pilotos Ayrton Badovini y Christian Iddon, ingredientes que ahora ven como posiblemente en Jerez no puedan competir. Los pilotos se quedan sin moto y el Team Alstare deberá buscar un nuevo socio para volver en 2015.
Bimota, como marca histórica del panorama internacional y de la competición, ha quedado retratada con la imposibilidad de producir estas 125 primeras unidades de la BB3 y el 27 de agosto, si no existe un verdadero milagro con la visita de Gregorio Lavilla a las instalaciones de la marca, se confirmara este fatal desenlace. Por su parte, el Team Alstare con Francis Batta no dudará en reclamar a Bimota por los acuerdos no cumplidos en esta aventura.
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