Sylvain Guintoli comenzó su trayectoria en 250cc en el año 2001, después de hacer una aparición como wild car un año antes en el GP de Francia. A los mandos de una Aprilia, consiguió resultados consistentes que sin embargo no le sirvieron para continuar en 2002 en la categoría, por lo que tuvo que esperar a 2003 para encontrar de nuevo un programa deportivo serio. En esta temporada, llegó su primer éxito con su primer podio en el Mundial en el GP de Holanda, lo que le asentó en la categoría intermedia del Campeonato del Mundo hasta 2006, consiguiendo ser noveno en la general de 2006.
Su salto a MotoGP llegó en la temporada 2007 con el equipo Tech3, donde compartió box con el japonés Makoto Tamada. Ser el único equipo que contaba con neumáticos Dunlop y el propio proceso de adaptación no le dejaron brillar en exceso, terminando en la zona final de los puntos de manera habitual. En cualquier caso, en 2008 fichó por el Alice Team, compitiendo con la Ducati Desmosedici GP9 y teniendo de compañero a Toni Elías, que curiosamente este año también ha competido con una Aprilia en el Mundila de Superbikes, con actuaciones más o menos similares.
Apuesta arriesgada
Viendo su futuro en MotoGP comprometido, el piloto francés se atrevió a dar un salto poco habitual y compitió en 2009 en el Británico de Superbikes, donde empezó de manera meteórica con tres podios y una victoria. Esa temporada el gran dominador fue Leon Camier y sin embargo, el piloto Sylvain Guintoli podría haber sido un rival muy fuerte de no haberse perdido gran parte de la temporada por una inoportuna caída que le hizo perderse la parte central del campeonato. Finalmente, regresó para las últimas rondas y consiguió a pesar de todo ser octavo en el campeonato.
La aventura había sido satisfactoria y en 2010 pasó al Mundial de Superbikes con el Team Suzuki Alstare, haciendo gala de la regularidad de la que ha podido presumir años después. Séptimo en el campeonato, las dos siguientes temporadas las iba a disputar con el Team Effenbert LIberty Racing, a los mandos de una Ducati 1098R, con la que fue capaz de lo mejor y lo peor. Con esta moto consiguió sus seis primeros podios y también sus tres primeras victorias, pero la falta de rendimiento en ciertos circuitos y la falta de velocidad punta ahogaron sus opciones.
El salto a Aprilia
En 2013, Sylvain Guintoli firma por el equipo oficial de Aprilia y a partir de aquí empieza a eclosionar como piloto. Cinco podios en las cinco primeras carreras de esa temporada con la RSV4 Factory y una recta final en la que acumula también cinco podios le sirven para llegar con opciones de luchar por el campeonato hasta los últimos compases del campeonato, aunque finalmente termina tercero. La marcha de Eugene Laverty le convertía en el hombre fuerte de Aprilia a pesar de la llegada de Marco Melandri y desde el primer momento cumplió con las expectativas.
Sylvain Guintoli ha cuajado una temporada sin errores, con la regularidad y la constancia por bandera y en la que ha conseguido dos poles, 16 podios, de los cuales 8 han sido desde la segunda posición y 5 victorias. Sin embargo, el punto clave de su temporada vino después del parón veraniego, ya que tras la cita de Portimao, Sylvain Guintoli no se ha bajado del podio. Cuatro segundos puestos en Laguna Seca y Jerez y tres victorias en las últimas cuatro carreras le han permitido conseguir el título ante Tom Sykes, incapaz de frenar el empuje de una RSV4 Factory y un Sylvain Guintoli que se han acoplado como dos matices de un plato especial.
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