Con estos resultados y las ausencias de Tom Sykes en los dos podios de Magny-Cours, las diferencias en la lucha por el título se han reducido drásticamente. De tener una cómoda ventaja hace apenas tres meses, ahora Tom Sykes llega a la última cita del calendario, en la noche de Losail, con 12 puntos de ventaja. No parece la situación más cómoda si tenemos en cuenta que la mayoría de la parrilla del Mundial de Superbikes no conoce el trazado en Catar y casi ninguno de ellos ha competido de noche, donde las temperaturas y el trato del neumático es diferente.
Contraposición
A pesar de todo lo dicho, Tom Sykes se muestra confiado y es muy práctico, ya que al fin y al cabo tiene la mejor posición posible, la de líder del campeonato: "En la primera carrera rodé al límite. Quería ir más rápido, pero teníamos algunos problemas rodando sobre mojado. En la segunda salida también estuvimos limitados por las condiciones. Fue una verdadera pena porque sabía que podía rodar mucho más rápido. Dadas las circunstancias, nuestros resultados han sido incluso mejores de lo esperado. Quería luchar con Sylvain Guintoli y ganar la carrera, pero antes tenía que terminar. Podía haber sido todo mucho peor. Aún estamos en la mejor posición para ganar el título".
De hecho, las cuentas son muy sencillas para Tom Sykes. Con dos segundos puestos le vale para terminar campeón y si termina inmediatamente detrás de Sylvain Guintoli en las dos carreras en Losail también tendrá el título bajo sus brazos. Marco Melandri puede suponer la alternativa que le ponga las cosas complicadas, pero visto lo visto, Tom Sykes no le tiene miedo a nada.
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