La temporada inaugural de las TCR International Series ha proporcionado emoción hasta el final, con tres pilotos llegando a la cita de Macao con posibilidades matemáticas de conseguir el título. Stefano Comini, Pepe Oriola y Jordi Gené fueron los protagonistas finales de una temporada que no dejó a los seguidores indiferentes.
Las carreras tienen una distancia mínima de 60 kilómetros. La limitación de neumáticos a 20 ruedas por coche y evento, de las que sólo 10 pueden ser nuevas, dio lugar a situaciones interesantes en las carreras, en las que era habitual ver luchas durante la segunda parte de las mismas, dependiendo de la gestión que los diferentes pilotos hubieran hecho de sus neumáticos.Morbidelli da la sorpresa
La temporada comenzó en Sepang con Kevin Gleason, a los mandos del Honda Civic TCR, dando la sorpresa al conseguir la primera pole del año. Stefano Comini y Jordi Gené se repartían las victorias, en lo que ya se auguraba como una temporada emocionante.
Pero era en Shanghai cuando Gianni Morbidelli, con el otro Civic de WestCoast Racing, dominaba el fin de semana con pole, victoria y podio, y empezaba a enseñar los dientes como uno de los posibles candidatos al título. El Honda había sido terminado por JAS poco antes del comienzo de la temporada, y su velocidad, especialmente contra los lastrados SEAT, era sorprendente.
Ese sería, precisamente, uno de los puntos débiles del Civic TCR. El reglamento de las TCR International Series establece que los lastres para cada carrera son otorgados a los tres máximos anotadores del evento anterior, en forma de 30, 20 y 10 kilos respectivamente.
En Valencia, Morbidelli sufría con sus 30 kilos de lastre y los SEAT volvían a ser los más rápidos, con Comini y Oriola repartiéndose las victorias.
Nicky Thiim visitaba las TCR en Portimao con un Audi TT de Team Engstler, consiguiendo la pole y una de las victorias en el circuito portugués. Gianni Morbidelli volvía a la carga en Monza, donde hacía un fin de semana perfecto, con pole y ambas victorias, siendo el único piloto en toda la temporada en conseguirlo.
Ese sería el punto de inflexión en la temporada de Morbidelli, que empezaba a enlazar malos resultados hasta llegar al Red Bull Ring, donde era descalificado por una infracción técnica. El italiano consideraba que ese momento significaba el fin de su lucha por el título, si bien aún mantenía una pequeña posibilidad matemática.
Paralelamente, los hombres de Craft Bamboo y Target Competition crecían y se hacían con las riendas de la temporada. Stefano Comini encaraba la parte final de la temporada con problemas en su rodilla izquierda, necesitando una prótesis y un bastón para caminar. Este percance no era óbice para que el suizo tuviera una fuerte segunda mitad de la temporada, en la que siempre visitó el podio.
Por su parte, Pepe Oriola hacía gala de su regularidad para que, a pesar de no conseguir tantas victorias como Comini, pudiera estar siempre cerca de los puestos de cabeza en la lucha por el título.
Jordi Gené también seguía puntuando y visitando el podio en cada carrera, pero un mal fin de semana en Salzburgring le hacía perder el tren con respecto a sus oponentes.
El Volkswagen Golf TCR llegaba al campeonato en el Red Bull Ring, con el español Pol Rosell siendo uno de los pilotos encargados de hacerle debutar en pista, de la mano de Team Engstler. Rosell conseguía una victoria en la segunda carrera al aprovechar la normativa de la parrilla invertida, para satisfacción de la marca alemana.
El acto final llegaba en Macao, con Comini como líder de la tabla de puntos, seguido de cerca por Pepe Oriola, pero con Gené ya con menos posibilidades.
El suizo de Target Competition tenía en Macao su mejor fin de semana, siendo tercero en la parrilla y logrando pisar el podio en la primera carrera y ganar en la segunda. Pepe Oriola intentaba batallar con Comini, pero no era capaz de adelantarle en el circuito Guia durante la primera carrera, sufriendo un abandono con pocas vueltas para terminar durante la segunda.
También la cita final veía la participación de Jordi Oriola, que debutaba en Macao de la mano de Target Competition. El español, hermano menor de Pepe, se mostraba muy rápido en el circuito Guia y era una de las revelaciones del fin de semana.
Stefano Comini se proclamaba campeón en la temporada inaugural de las TCR International Series, con su equipo, Target Competition, batiendo a Craft Bamboo en la última cita para conseguir la corona mundial.
Un año para recordar
Las TCR International Series han producido carreras emocionantes que crean afición, además de establecer unos cimientos sólidos para un concepto de carreras que ya es una alternativa real a los campeonatos con implicaciones oficiales por parte de los fabricantes de coches.
Pepe Oriola volvió a recordarnos que es un piloto rápido, pero también mostró su lado más calculador, en una temporada en la que su regularidad fue clave para mantener las opciones para el título hasta el final. Por su parte, Jordi Gené demostró que sigue siendo un piloto con el que hay que contar y que es un candidato serio a luchar por las victorias y el campeonato.
Pero la mayor revelación de la temporada ha sido Stefano Comini, que no sólo ha sabido ser rápido, sino también un gran luchador en la pista. El suizo acumuló seis victorias durante la temporada, más que ninguno de sus rivales. Sin duda, Comini es uno de los pilotos que habrá que vigilar y tener en cuenta para el futuro.
2015 ha sido sólo el principio. Con las ideas claras, y más fabricantes y pilotos interesados en el concepto creado por Marcello Lotti, el futuro es muy brillante para las TCR Series.
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