Intratables en la final
El equipo formado por los dos alemanes, pilotando con la pequeña ventaja de correr en casa, dado que el evento se celebra en la ciudad alemana de Dusseldorf, se ha impuesto al dúo noruego, formado por Tom Kristensen y Juho Hanninen, por un rotundo 2-0. Así, Alemania obtiene su quinto título consecutivo en la Copa de las Naciones. Y es que, por lo que parece, Schumacher y Vettel, que acumulan 9 títulos mundiales de Fórmula 1, no parece conformarse ni estar satisfechos con su exitosa carrera profesional en solitario: son competitivos incluso en eventos de carácter tan lúdico. Pero, a fin de cuentas, es eso lo que define a un Campeón del Mundo.
Aunque el resultado de 2-0 parece apabullante, el comportamiento en pista de los noruegos ha sido más que digno. En la carrera contra Schumacher, Kristensen perdió en gran medida por un sorprendente y descontrolado derrape en la última vuelta. Hanninen, en su duelo con Vettel, perdió la oportunidad de empatar el duelo tras una aparatosa maniobra, con tirada del freno de mano incluida, en la que se dejó unos tres segundos.
El equipo de Noruega se mostró altamente competitivo en semifinales, donde venció de forma notoria a la Francia de Romain Grosjean y Sebastien Ogier. Por su parte, Alemania pasó a la final con más dificultades frente a Inglaterra, con un inspirado Button, que se impuso a Schumacher. Finalmente, el inglés se enfrentó en el punto de desempate a Vettel que, intratable una vez más, se impuso en la carrera decisoria de semifinales.
El momento más dramático del evento fue el accidente de Travis Pastrana, que chocó fuertemente su Skoda Fabia S2000 contra las barreras, tras saltarse una chicane. Por suerte, sin más consecuencias. Veremos qué nos depara hoy domingo el plato fuerte del fin de semana: la Carrera de los Campeones, la prueba individual.
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