Cada vez quedan menos días para que el espectáculo más americano llegue a la capital de nuestro país. Concretamente será el 11 de Junio cuando se den cita los Monster Track en el estadio Vicente Calderón para recibir la euforia y el cariño del público que se desplazará hasta el evento para disfrutar de velocidad, valentía y pericia con auténticos monstruos de la competición.
Exteriores únicos
Lo que más llama la atención en estos enormes todoterrenos son sus carrocerías. Personalizadas totalmente, fabricadas y pintadas a mano, cada truck resulta ser único en la pista.
Gran protección y seguridad
Una vez dentro del vehículo, destaca la posición del asiento del conductor, ya que se encuentra situado en el centro para disponer de un mejor campo de visión a la vez que ayuda a mejorar la distribución del peso en el conjunto.
Como era de esperar, el asiento cuenta con un reposacabezas y protección de cuello especial, acompañado por cinturones de seguridad de competición.
Preparación acorde a los acontecimientos
Para lograr soportar los numerosos y espectaculares impactos que reciben los trucks, cuentan con amortiguadores y suspensiones extralargos y especiales, que se cuentan a pares por cada neumático.
El motor del monstruo está fabricado a medida para cada uno, desarrollando la escandalosa cifra de 1500 CV y un consumo de 10 litros de metanol por carrera. Gracias a esta mecánica, un Monster Truck es capaz de alcanzar los 100 km/h en tan solo 3 segundos y llegar a hacer saltos de más de 30 metros de altura.
La Monster Jum, en Junio
Después de la pequeña introducción sobre los Monster Trucks, pasamos a la competición que se celebrará en el estadio del Atlético de Madrid el día 11 de Junio: La 'Monster Jam'.
El más rápido y ágil
Se trata de una competición la cual se divide en dos partes. En la primera ganará el truck que consiga recorrer el circuito establecido de manera más rápida y con el menor número de penalizaciones.
Freestyle para convencer al jurado
Por el contrario, la segunda ronda se basa en el exhibicionismo. Los pilotos dispondrán de 90 segundos para cometer todo tipo de piruetas, saltos y loopings, sorprender al jurado y llevarse la competición.
Pero para ello, tienen que contar que los jueces también valoraran, esto más bien de manera subjetiva, el estilo y ejecución de los trucos en la segunda fase de la prueba.
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