Al hablar de las 24 Horas de Le Mans de 1955 un único recuerdo viene a la mente: la tragedia que se cobró las vidas de Pierre Levegh y 83 espectadores. En esta tercera entrega de nuestro resumen de las 24 Horas de Le Mans hablaremos de ese día nefasto para la historia del automovilismo.
Pierre Levegh
Era el 11 de junio de 1955 y ante casi 250.000 espectadores se dio la largada a las 4 de la tarde. Todos esperaban la lucha entre Jaguar y Mercedes Benz, que llevaban los mejores pilotos que tenían. Como era de esperar la lucha por la punta de la competencia era entre el Jaguar de Mike Hawthorne, que hacía dupla con Ivor Boeb, como líderes y de cerca lo seguía el Mercedes Benz de Juan Manuel Fangio que contaba con Stirling Moss como compañero de dupla.
La carrera transcurría sin problemas hasta que durante la tercera hora de competencia llegó el momento fatídico. Llegando a la recta principal a casi 250 km/h Mike Hawthorne que venía como líder superó por la izquierda al Austin Healey de Lance Macklin y le quitó una vuelta. Una vez que lo superó desaceleró para hacer su parada en boxes y ahí vino el desastre. Lance Macklin se encontró de repente con un auto lento y para evitar chocar contra el Jaguar viró hacia la izquierda, sin tiempo para ver que detrás venían los Mercedes de Pierre Levegh (con una vuelta menos) y Juan Manuel Fangio que perseguía al líder. Pierre Levegh viendo que el impacto era inevitable levantó la mano para advertir a Fangio, no pudo evitar embestir el auto de Macklin y se levantó en el aire y al aterrizar sobre un terraplén chocó contra un poste. El motor y el tren delantero se desprendieron del chasis y en una bola de fuego se fueron sobre la multitud en la tribuna. Pierre Levegh quedó muerto en la pista y los restos del auto se desparramaron sobre la gente recorriendo varios metros y dejando víctimas a su paso. Fangio que venía detrás y vio la mano levantada de Levegh intuyó que algo pasaba adelante, se aferró al volante y pudo esquivar por poquito el auto de Macklin y seguir.
Mike Hawthone ya en boxes bajó de su Jaguar y se dirigió a la parte interna de los garages. Según cuenta el periodista argentino Pablo Vignone en una nota escrita para visionauto.com.ar hace unos años el inglés se encerró en su motorhome y sus primeras palabras fueron "Fue mi culpa, fue mi culpa. Quería parar antes de que Fangio me pasara". Desconsolado no salió por horas. La policía lo esperaba en la puerta para interrogarlo pero demoraron la reunión debido a su estado. Sus allegados le pidieron que no dijera que era su culpa. Cuando habló defendió su maniobra: "A mi juicio, dejé tiempo suficiente a cualquier coche que fuera detrás de mí para darse cuenta de lo que iba a hacer". Para embarrar más la situación Lofty England, manager de Jaguar, cargó las tintas sobre Pierre Levegh, asegurando que a los 50 años no estaba en condiciones de conducir semejante auto. Claro que el francés ya no podía hacer su descargo, fue lo más fácil para la gente de Jaguar. Mercedes contrató a Levegh por la gran actuación que tuvo en la edición de 1952, cuando al volante de un Talbot manejó solo toda la carrera y faltando una hora, y con 4 vueltas de ventaja, abandonó por un fallo en el motor dejando la victoria a Mercedes.
Mientras tanto en la pista las autoridades decidieron que continuara la carrera. Muchos criticaron la medida pero tal vez a la postre se puede decir que fue una decisión acertada ya que esto impidió que los espectadores invadieran la pista y las zonas de salida de los rescatistas.
Por la noche la casa alemana Mercedes decidió retirar sus autos de la competencia en señal de duelo, sobre todo porque uno de sus autos fue el que provocó la tragedia en las tribunas. Con la decisión tomada fueron al box de Jaguar a comunicársela y a pedir que ellos también se retiraran, pero recibieron una negativa rotunda de los ingleses. Mercedes se retiró y le dejó la victoria servida en bandeja a Jaguar. Tras la carrera Mercedes Benz informó que ya no particiapría en 1956 del automovilismo deportivo, y mantuvo esa decisión por muchos años volviendo recién en 1989.
Las crónicas dicen que murieron 83 espectadores, pero hubo muchos heridos de los cuales algunos murieron días después engrosando esa lista negra, que en definitiva no se sabe a cuántos muertos ascendió.
El equipo Jaguar siguió en pista y finalmente Mike Hawthorne e Ivor Boeb se quedaron con la victoria. Pese a lo que se dice que siempre se recuerda a los vencedores, cada vez que se habla de Le Mans 1955 nadie recuerda sus nombres y sí recuerda al peor accidente de la historia del automovilismo deportivo.
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