Loic Duval, Marc Gené y Romain Dumas se aprovecharon de la superior velocidad de su Audi R18 ultra para conseguir la victoria sobre el e-tron, versión híbrida del coche, que debutaba este fin de semana, y contribuyeron a un magnífico cuatriplete de los coches alemanes en las 6 Horas de Spa.
La segunda ronda del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) fue dominada completamente por las cuatro máquinas de Audi, pero el ritmo superior del ultra número tres en el seco significó que Duval, Gené y Dumas obtuvieron una victoria fácil, pero merecida, sobre sus compañeros de equipo.
La carrera comenzó en condiciones húmedas, que dieron la ventaja a los e-tron y su tracción a las cuatro ruedas, que comienza a funcionar a 120km/ y Tom Kristensen, en el coche número 2, lideró inicialmente por delante del coche de André Lotterer.
El dúo intercambió posiciones en la tercera vuelta y Lotterer estableció rápidamente una ventaja, ambos seguidos por los coches "convencionales" de Bonanomi y Gené.
Los dos híbridos entraron a boxes primero y se quedaron en neumáticos intermedios, pero Gene, ex piloto de Peugeot, en su primera carrera para Audi, cambió a neumáticos lisos en un movimiento elegante e inteligente que fue el catalizador para iniciar una persecución enérgica de los e-trones. Esta fue asistida además por un problema en la luz frontal para Kristensen, obligando a un cambio de reglajes y de morro, perdiendo 45 segundos, y cayendo a la tercera posición.
Gené cerró la distancia con Lotterer durante el resto de su stint antes de entregar el coche a Duval, que condujo como un poseso para avanzar por delante del líder Benoit Treluyer, entonces en el coche número 1, a mitad de carrera, según la superioridad del ultra se hizo patente.
No mucho después de que Duval hubiera tomado la delantera, hubo dos Safety Cars, el segundo por un fuerte accidente del Norma LMP2 en Eau Rouge, lo que aseguró que el coche de Duval tuviera una cómoda ventaja a sus rivales gracias, en parte, a su fortuita posición en la pista.
Después se trataba de una cuestión de que Dumas trajera el coche a casa en los dos últimos stints. Los dos franceses lideran ahora el campeonato de pilotos.
Marcel Fassler fue segundo, a más de un minuto por detrás de Dumas después de una parada a finales de carrera para cambiar neumáticos, un resultado impresionante para un equipo totalmente nuevo con un coche híbrido.
Jarvis también se detuvo a última hora del en el coche número 4 que compartía con Bonanami, pero fue tercero por delante de la tripulación ganadora en Sebring, de Kristensen / Allan McNish / Dindo Capello, que sufrió un rosario de problemas a lo largo de la carrera. Entre ellos estaban el cambio de morro, retraso por el coche de seguridad, una pequeña excursión cuando el escocés iba al volante y, finalmente, un pit stop tardío y un stop-and-go de sanción por una infracción en boxes. Al final, la tripulación, que entró en la carrera como líder del campeonato, acabó a casi tres vueltas del líder.
Detrás de la Audi, Rebellion ganó una batalla animada entre los gasolina, con Nicolas Prost siendo quinto en la general. Nick Heidfeld hizo un stint intermedio muy fuerte en este coche para avanzar por delante del Dome de Pescarolo a media carrera, en un momento en el HPD Strakka estaba también a la caza.
El Dome, conducido por Sebastian Bourdais y Nicolas Minassian, terminaría 16º después de los problemas en la parte final, lo que significaba el coche Rebellion de Andrea Belicchi y Primat Harald acabó en sexto lugar por delante del Strakka de Nick Leventis, Jonny Kane y Danny Watts.
LMP2 y GT
Sam Hancock y Simon Dolan se llevaron una victoria merecida para el equipo Jota, impulsado por Nissan, en la clase LMP2, después de heredar el liderazgo muy tarde cuando Robbie Kerr entró a cinco minutos del final a por combustible.
La carrera de GT se decidió con estilo, siendo apasionante, con el Felbermayr Porsche de Richard Lietz manteniendo a raya al Ferrari AF Corse de Gianmaria Bruni por menos de un segundo en la meta.
El Porsche había establecido una fuerte ventaja en las primeras etapas con pista húmeda, pero a finales de carrera la persecución de Bruni significó que el resultado estuvo en duda hasta el final.
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