El futuro de Toyota dentro del World Endurance Championship aún sigue sin definición. El director técnico Pascal Vasselon dijo que no hay una fecha límite para tomar la decisión, y esto se debe a que están viendo cómo se va a armar LMP1 para la próxima temporada con autos híbridos y no híbridos, todos compitiendo en una única categoría, sin divisiones como hubo hasta finales de 2016 donde la no híbrida era de menos potencia que la híbrida.
Aún no están claras las regulaciones para equiparar a los autos híbridos con los no híbridos, y eso juega en contra para los equipos que quieran competir con una o otra motorización. Si bien los desarrollos de los híbridos van a estar congelados, Toyota no tiene visión de qué desarrollos y rendimientos pueden tener los no híbridos que enfrentará en caso de continuar.
Los posibles rivales
Sin estar nada confirmado, por ahora solo se sabe que la fábrica británica Ginetta fabricó y vendió 3 prototipos para LMP1, sin mencionar quién fue su comprador. Se sabe que este comprador pondrá 2 de estos autos en pista. Se rumorea que hay otros 2 equipos que comprarán 2 autos cada uno, lo que haría que la categoría cuente con 6 autos Ginetta en pista, todos en principio equipados con motores Mecachrome, fábrica en donde se desarrollan los motores Renault de Fórmula 1.
También se sabe que el equipo ruso SMP Racing de Boris Rotenberg tiene 2 autos construidos por la italiana Dallara para entrar a LMP1 en 2018.
A estos 8 autos podría sumarse la vuelta del ByKolles que esta temporada abandonó la competencia ya que su auto era de lo peor de la grilla. Esperemos que si retorna por lo menos llegue a terminar las carreras.
Una posibilidad remota es que Rebellion retorne a LMP1. El equipo suizo tiene los autos que usó hasta el año pasado en la LMP1 no híbrida, los cuales podría adaptar a las nuevas reglas cuando se definan y presentarse a competir en la categoría mayor. Los directores de Rebellion aún no han manifestado voluntad de retorno, están bien adaptados a LMP2 y es muy probable que no quieran retornar por el momento hasta no ver cómo serán las nuevas regulaciones.
Otra posibilidad es que Oreca, quien hoy es la fábrica proveedora de autos de casi todos los equipos de LMP2, diera el salto adaptando su modelo de Prototipos 2 a las nuevas exigencias de Prototipos 1, y en ese caso tome algún equipo que corra en su nombre. De ser así Jackie Chan, Rebellion o Manor podrían brindarle dicho soporte.
Ya que mencionamos a Manor, es bueno recordar que viene de la Fórmula 1, cuando a finales de 2015 se dividieron y el grupo de John Booth pasó a LMP2 del World Endurance Championship mientras que la otra parte quedó por una año más en la máxima categoría, abandonando a principios de 2017 por problemas económicos.
La otra casa francesa que hoy construye y compite en LMP2, Alpine, no ha manifestado nada sobre el tema, por lo que no ha sido tenida en cuenta. Alpine es propiedad de Renault, pero la marca del rombo está más enfocada en la Fórmula 1 y categorías menores que en resistencia. De todos modos no sería descabellado pensar en la posibilidad de que Alpine pasara a LMP1 con motores Renault, ya sea una actualización del viejo V10 usado en Fórmula 1 hasta 2013 o algún desarrollo híbrido como el que utiliza hoy en la máxima categoría. De todos modos son suposiciones, ya que el grupo francés no ha manifestado nada aún.
Otro constructor de LMP2 en danza es Ligier. Este año no provee a ningún equipo de la categoría, aunque participó en Le Mans y compite en la Europe Le Mans Series y en la americana IMSA Sport Cars. Como todo auto de Prototipos 2, podría ser modificado y adaptado, buscando algún equipo que le brinde soporte en pista.
En materia de motores, Judd ha manifestado que construirá un V10 para proveer a los equipos de LMP1. Engine Developments (propietaria de Judd) y AIM Co anunciaron la semana pasada la colaboración para la construcción de este motor con miras a su retorno a la máxima categoría de Endurance.
La idea de los británicos es desarrollar un motor de 5.5 litros de cilindrada, V10 a 72°, considerando que el V10 reduciría los problemas que pueden traer motores turboalimentados, o de otras cilindradas, y que soportaría mejor las exigencias de Le Mans.
¿Y si se toman un año sabático?
Las únicas 2 opciones parecen ser correr o retirarse. Pero hay una tercera alternativa, muy remota. Esa alternativa sería que ante la falta de pronta definición sobre las reglas Toyota decidiera tomar un año de descanso, correr solo Le Mans que es su asignatura pendiente y volver en 2019 con la mitad de la súper temporada desarrollada y quizá la entrada de Peugeot como rival directo y más importante, aunque la casa francesa haya manifestado su voluntad de apuntar sus cañones al campeonato mundial de Rally Cross. Sería lógico desde el punto de vista de no saber cómo va a ser la competencia y tomaría esos meses para analizar y rearmarse. No parece lógico desde el punto de vista de mantener una estructura de carrera durante un año sin utilizarla, con los costos que eso le acarrearía.
La incertidumbre de Toyota es la incertidumbre de todos. La salida de Porsche aceleró todos los tiempos y dejó a la categoría en una nebulosa que ACO intenta disipar. Esperemos que las próximas noticias sean buenas y tengamos a Toyota por varias temporadas más.
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