Miguel Molina sigue aumentando sus posibilidades para ser piloto oficial de Ferrari en el WEC la próxima temporada. Esta situación se puede deber a que Sam Bird podría no estar con la "Scuderia" por incompatibilidades con el calendario de Formula E.
Molina por Bird
Desde Ferrari avisan de que están esperando a que finalicen las negociaciones entre Fórmula E y WEC para pronunciarse sobre ello. Lo que sí saben ya es que Bird tiene la firme intención de continuar en la competición eléctrica.Esto no pilla de sorpresa y así lo reconocen desde Maranello: "Se perdió la cita del WEC en Nurburgring en 2017 [para competir en el ePrix de New York], pero dos coincidencias serían un problema y es algo que hará que cambiemos su contrato. Tenemos que esperar tal vez 10 días para entender los calendarios antes de tomar una decisión".
Esta situación, sin embargo, no significa que Bird se vaya a desligar de la marca italiana. En Ferrari afirman que "seguirá al 99%" con ellos pese a no ser piloto del WEC. Una alternativa que está sobre la mesa si WEC y FE no llegan a un acuerdo es que el inglés participe en GT3 y grandes carreras de resistencia.
Molina es el mejor colocado porque conoce a Davide Rigon y al coche porque forma parte del trío que compite en las 24h de Le Mans con ese Ferrari. Daniel Serra es otro de los nombres que suenan para el asiento, este se llevó Le Mans en GTE Pro con James Calado y Pier Guidi.
Las coincidencias que generan este problema son las 6h de Bahréin con el ePrix de Marrakech en diciembre y las 1.000 millas de Sebring con el ePrix de China. Esto, además, pone en jaque a pilotos como Alex Lynn y Jose María 'Pechito' López que tienen un contrato que da prioridad al WEC, y a Sebastien Buemi que puede evadirse del WEC si no se requieren a los tres pilotos para la prueba.
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