Costa, que perdió su asiento en la Fórmula Renault tras finalizar 4º en la 3.5 de 2011 y ganando la última prueba, tuvo la oportunidad de disputar la Mégane Trophy con el equipo vencedor de 2011, el Team Oregon, convirtiéndose en uno de los pilotos a tener en cuenta desde el principio.
Tras su victoria, el español confirmó que realizaría un test con el equipo Draco de Fórmula Renault 3.5 este martes en el Circuit de Catalunya en busca de dejar buenas sensaciones y abrirse de nuevo las puertas en los Fórmulas.
Pensando en el futuro
Además, a principio de temporada, el ganador de la Mégane Trophy sabía que aspiraba a un test con un Nissan GT pero hoy por hoy eso no serviría de nada tras la desaparición del Mundial de GT. Aún así el director de Renault sport Technologies, Patrice Ratti, explicaba recientemente en Auto-Hebdo como ayudarían al campeón:
"Le organizaremos un test como ya hicimos con Stefano Comini el año pasado aunque no le podemos asegurar nada. A Catsburg (campeón de la Mégane en 2010) le dieron un volante en GT, a Comini no. No le podemos pagar una temporada fuera de nuestros campeonatos", continuaba.
Algo que, por ejemplo, sí que ocurre con la Fórmula Renault 2.0 o la Clio Eurocup que reciben ayudas para disputar la 3.5 y la Mégane respectivamente. Así, Ratti abría la puerta a otra alternativa para Costa, subirse a un LMP2: "Es cierto que no existe una cantera en GT. No le vendría mal a Costa correr en LMP2", afirmaba.
Con esta declaración de intenciones de Ratti, el test de 3.5 con Draco y una más que posible prueba con un Audi del DTM, Albert vuelve a tener opciones de sorprender -por enésima vez- en el automovilismo y esperar a que llegue el apoyo necesario para volver al lugar de donde no debió salir: los monoplazas.
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