Poco antes de las 22:00 horas del jueves (en la España peninsular) daba comienzo en tierras australianas la última cita del Mundial de Rallies 2016. La bonita ciudad costera de Coffs Harbour recibía a los cincuenta y nueve inscritos en el apartado internacional, siendo solo diez los WRC en nómina, cinco los vehículos de la segunda división y un único participante en la categoría pequeña.
Respecto a la clase reina, acudían el campeón Ogier, Mikkelsen y Latvala representando a Volkswagen, que disputará su última prueba como equipo oficial; también los tres Hyundai -con Neuville y Paddon en la primera estructura y Sordo en la segunda-; finalmente, cuatro Ford Fiesta -las dos unidades de M-Sport para Østberg y Camilli, la de DMACK en manos de Tänak y la de Bertelli-. Destacaba la ausencia de los DS3 de Abu Dhabi al haber concluido su programa en Gales.Sébastien Ogier y Andreas Mikkelsen comenzaban al ataque desde el «shakedown», obteniendo un doblete y demostrando su intención de despedir a la marca alemana por todo lo alto. El tercero más rápido era Ott Tänak, siempre efectivo sobre tierra con las DMACK, seguido de Thierry Neuville, Hayden Paddon y Jari-Matti Latvala. Pero esto no era más que una toma de contacto antes del banderazo de salida.
Mikkelsen abre el fuego
La primera etapa era bastante liviana, con cuatro tramos de escasa longitud a doble pasada y dos superespeciales distintas (la última, también a doble paso). En total, once asaltos y menos de 91 kilómetros cronometrados. Mikkelsen se hacía con el primer «scratch» ante Tänak y Paddon. A continuación, era el neozelandés quien se situaba en cabeza, pero el de Volkswagen se la devolvía en una bonita lucha. Latvala tenía un nuevo inicio para olvidar, dañando la suspensión trasera en un toque contra un puente y cediendo mucho tiempo.
Imagen: André Lavadinho (@World)
La especial de Newry marcaría grandes diferencias, con Mikkelsen anotándose un contundente mejor tiempo frente a Paddon; este era el único entre los favoritos que optaba por equipar dos neumáticos duros, lo que le costaba doce segundos. Ogier, octavo hasta el momento, ascendía de golpe a la tercera plaza gracias en parte a los contratiempos de Tänak (realizaba un trompo) y Dani Sordo, quien se despistaba en el enlace y penalizaba veinte segundos al entrar con retraso en el control.
Llegados a la asistencia de mediodía, el líder contaba con una renta de 14.2, mientras que Ogier, Neuville y unos acertados Østberg y Camilli rodaban en un grupo de cuatro segundos. Las tres primeras especiales de la tarde no deparaban demasiadas sorpresas, más allá de la pugna entre los dos hombres de M-Sport. Latvala, con su Polo ya reparado, marcaba algunos registros interesantes. Un «scratch» de Ogier en Newry, que se estaba mostrando determinante, lo aupaba al segundo lugar por delante de Neuville, quien también se deshacía de Paddon.
De cara a las dos pasadas por la superespecial, Tänak y Sordo mantenían una intensa batalla por la séptima plaza, pero el estonio penalizaba cuarenta segundos y perdía sus opciones. Así pues, el día terminaba con Andreas Mikkelsen al frente, escoltado a 15.4 por Sébastien Ogier pese a abrir pista. Los i20 de Thierry Neuville y Hayden Paddon se encontraban separados por solo 1.2 y no demasiado lejos del francés, cerrando Mads Østberg (a 38.8) y Éric Camilli (a 46.6) los seis primeros. Tres segundos por detrás concluía Dani Sordo, con Ott Tänak y Lorenzo Bertelli ya descolgados.
Lappi, a dos pasos
El World Rally Championship 2 llegaba a Australia cargado de emoción, más por las opciones al título de Esapekka Lappi que por la prueba en sí. Con quince puntos de déficit, el de Skoda debía terminar al menos en el segundo cajón del podio para llevarse la corona, algo que, salvo hecatombe, no parecía complicado. Solo otras cuatro parejas se daban cita aquí: los también Fabia del peruano Nicolás Fuchs y el catarí Mohammad Al-Suwaidi, el DS3 R5 de Jourdan Serderidis y Hubert Ptaszek, quien traía el 208 de Peugeot Eslovaquia.
Sin lugar a sorpresas, Lappi se anotaba todos los mejores tiempos de la mañana salvo en la superespecial. Por tanto, lograba una cómoda renta de 39.8 sobre Fuchs, quien contaba en un principio con la oposición de Ptaszek hasta que el polaco perdía medio minuto. La tarde sería un camino de rosas para el aspirante al título, que acababa esta primera etapa con un sólido liderato de dos minutos.
Esta vez era Fuchs quien, debido a algunos contratiempos, endosaba una veintena de segundos respecto a 'Ptock'. Ambos terminaban distanciados por solo 6.6, mientras que Al-Suwaidi se mantenía a más de cuarenta segundos. Por su parte, Serderidis se veía obligado a abandonar. Finalmente, en lo relativo al WRC 3, el veterano Michel Fabre y su DS3 R3 aguantaban en carrera como únicos participantes, después de que Simone Tempestini les arrebatase el ansiado cetro en el pasado Rally de Gran Bretaña.
La segunda etapa será la más larga de la prueba; 135 kilómetros contra el reloj disgregados en dos tramos repetidos y el mismo programa de superespeciales. Entre los primeros, cabe señalar el espectacular Nambucca, de 50,8 kilómetros. Con Neuville, Mikkelsen, Paddon e incluso Sordo jugándose el subcampeonato, os invitamos a acompañarnos para vivir una penúltima jornada que puede ser determinante.
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