A pesar de que Guerra estaba inscrito in extremis en la prueba sueca, finalmente su debut a los mandos de un WRC de nueva generación tendrá que esperar hasta la prueba mexicana, la cita de casa. De esta forma Benito Guerra competirá con un Citroën DS3 WRC privado durante el resto de la temporada con el objetivo de hacerse un hueco en el equipo oficial y dejando de lado el proyecto que podía haber tenido con Mini y que finalmente ha quedado en nada.
El objetivo es que con este proyecto y con el apoyo de sus patrocinadores, Benito Guerra dispute además de la prueba mexicana el restante de diez pruebas con el World Rally Car de la marca francesa. De hecho, el acuerdo firmado entre el mexicano y la marca del grupo PSA tiene inicialmente una duración de dos temporadas, por lo que los objetivos de Benito Guerra pasan por aprender durante la primera temporada y poder ser mucho más combativo el próximo año, en 2014.
La ejecución de un sueño
El anuncio se hizo oficial durante un evento en su tierra en el que Benito Guerra Jr. era homenajeado por su victoria en la categoría PWRC. Allí, bajo la atenta mirada de la multitud Guerra confirmaba que había cumplido un sueño por el que lleva trabajando muchos años, desde que se decidió en emigrar a España a mediados de la década pasada para adentrarse más profundamente en el mundo de los rallies. Por ello, el piloto azteca se muestra feliz pero siempre ambicioso en sus planteamientos, algo indispensable para poder luchar contra los nombres más fuertes del WRC.
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