"Sería increíble poder estar calificado para el Vatanen Touch", reconoció a WRC.com. Acompañado de Rhianon Gelsomino, su copiloto, Reeves afronta esta nueva aventura con garantías amparándose en su experiencia con el R2, un coche que probó en el New England Forest Rally de América en julio. Este contacto previo con la nueva máquina de M-Sport, puede "beneficiar" al piloto australiano que "espera hacer uso" de esta ventaja.
Buscando apoyos económicos
Con el objetivo de prepararse bien para el RACC de Catalunya, Reeves trabaja duro para recaudar 30.000 dólares que le permitan, junto con su propia aportación, "correr, cubrir el gasto de neumáticos y hacer un test previo sobre tierra". Una demostración más de lo duro que es abrirse paso en el mundo de los rallys. El piloto australiano busca empresas interesadas en apoyarle y a cambio, sus logos se pondrán en el coche.
El objetivo es lograr el máximo número posible de apoyos. Una vez cubiertas las 'necesidades básicas', Reeve se plantea aumentar el número de test ya que "uno sobre tierra no es gran cosa" y añade que lo ideal sería poder realizar otro sobre asfalto. Con el fin de aumentar sus posibilidades, el australiano subasta recuerdos de su paso por el WRC en su propia página de Facebook.