Aunque no lo quieran reconocer directamente, en Citroën Racing se han rendido de cara a la presente temporada. Desde hace semanas, ya están pensando la campaña 2018, evolucionando el nuevo C3 WRC y planificando todos los ingredientes para intentar que el desastre de 2017 no se repita. "En los test estamos trabajando más en el desarrollo que en la configuración del coche para un rally específico. Esto no significa que no lucharemos por la victoria pero cambiamos un poco el enfoque; más que un poco: cambiamos el enfoque. Tomé la decisión en Cerdeña cuando homologamos el nuevo par", reconoció Yves Matton a motorsport.com.
Y es que, además de los problemas individuales con accidentes y salidas de carretera, el C3 no acaba de funcionar a la perfección: averías, problemas, fallos de configuración... y ritmo. "No podemos decir que no tenemos ritmo, sí que tenemos en algunas condiciones pero en los rallys eso no es suficiente. Estamos trabajando para tener el ritmo correcto en todas las condiciones", reconocía el patrón del equipo francés.Muchos fallos y falta de regularidad
Así pues, ya con el ecuador de temporada superado y sin ninguna opción en el campeonato, solo queda pensar en la siguiente campaña. El mejor clasificado de entre los Citroën en la general del Mundial de Rallys es Craig Breen. El irlandés es octavo, con 43 puntos, a más de 100 puntos del líder y a 70 puntos del tercer clasificado. A ello hay que sumar solo una victoria, la conseguida por Kris Meeke en México, no sin suspense y apuros, con aquella salida de pista en el último tramo. En definitiva, un desastre de temporada con solo cinco pruebas por delante.
Habrá que ver cómo evolucionan los pilotos este año, con tanto cambio, entrada y salida. El único que ha sido más o menos regular ha sido el citado Breen. Los accidentes y los errores continuos han amargado a Meeke y han dejado al británico en entredicho dentro del equipo -de hecho le han sustituido por Mikkelsen en Polonia-. Por su parte, el mencionado Mikkelsen necesita más kilómetros a bordo del vehículo francés y Stephane Lefebvre está en fase de adaptación a la categoría.
Así pues, lo que apuntaba a ser un gran año en el regreso de Citroën de manera oficial, se ha quedado en un amago de éxito que se fue esfumando a partir de México. Ahora, solo queda salvar la temporada y ver si Meeke puede intentar ganar o subir al podio especialmente en las citas de asfalto, donde es uno de los mejores del campeonato. Eso sí, para ello equipo y pilotos deberán estar concentrados al máximo y no cometer los errores que les han llevado a la actual situación. 2018 será otra historia.
Fuente de las fotos: WRC media y Citroën Racing.
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