Un test que si bien tuvo una parte tranquila, en líneas generales no fue lo que esperaban ni el piloto español ni el equipo, al menos en su última jornada. Bien es cierto que durante los cuatro días que la fábrica francesa ha estado realizando este tipo de test han encontrado todo tipo de situaciones, pero particularmente es llamativo el gran diluvio sobre el que tuvo que pilotar Dani Sordo en uno de los días, evocando directamente a las imágenes vistas la pasada temporada en esta prueba del Campeonato del Mundo de Rallies.
En ese aspecto mayor suerte tuvo el piloto finlandés Mikko Hirvonen, gracias a que fue el que primero se puso a los mandos del Citroën DS3 WRC para evaluar las diferentes opciones de reglajes que le iban proponiendo los ingenieros del equipo para obtener datos relevantes de cara a las próximas pruebas, puesto que todas ellas se disputan sobre tierra. Además, el nuevo motor que incorporará el DS3 también ha sido testeado tanto por el finlandés, como por Dani Sordo y el propio Sebastien Loeb, que ha encarado esta prueba para prepararse de cara al Rally de Argentina.
Mucho trabajo y mucha agua
El relevo de sus dos compañeros lo ha tomado Dani Sordo con una primera jornada en la que ha disfrutado de buenas condiciones en las que probar los distintos reglajes que habían ido evolucionando sus compañeros. Sin embargo, en el último día de pruebas el cántabro se ha encontrado con grandes dosis de lluvia que tampoco han desagradado al equipo, puesto que la mayoría de los datos estaban recogidos y han servido para evaluar el rendimiento del coche en un terreno tan delicado como el barro.
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