Tras los poco más de tres kilómetros que el jueves suponían el banderazo de salida al Rally de España-Cataluña, los participantes tenían por delante ciento dieciséis en la segunda jornada competitiva. La práctica totalidad de ellos se disputaban sobre tierra -recordemos que esta prueba cuenta con la particularidad de un recorrido mixto-, repartidos en tres especiales a realizarse en dos ocasiones cada una.
La primera de ellas sería la de Caseres, de doce kilómetros y medio, repitiéndose las delicadas condiciones climatológicas del tramo inaugural. Los tres pilotos de los Hyundai i20 2016 y los tres de los Volkswagen Polo copaban los primeros puestos en un margen de 5.6 segundos. El más rápido era Thierry Neuville, endosando dos segundos y medio a Sébastien Ogier y situándose en cabeza por solo tres décimas.Pese a quejarse de un fallo en el sistema «antilag» de su turbo -que ralentizaba la respuesta del acelerador-, Hayden Paddon ascendía a la tercera plaza por delante de Dani Sordo y Andreas Mikkelsen, separados ahora por una décima en la general. Jari-Matti Latvala, Mads Østberg y Craig Breen eran los siguientes, mientras que el compañero de este, Kris Meeke, se iba largo en una curva de cuarta velocidad, hundiéndose la trasera de su DS3 en la cuneta y volcando.
Por fortuna, los daños eran superficiales y el británico, ganador de dos citas esta temporada, podía continuar con una pérdida de cuarenta segundos, cayendo a la décima plaza detrás de un Ott Tänak que, si bien comenzaba el rally como líder, aquí cedía mucho tiempo. Lo mismo les sucedía a Kevin Abbring, al volante de la versión 2015 del Hyundai, a Lorenzo Bertelli y a Éric Camilli, sufriendo por el bajo agarre de los caminos tarraconenses.
A continuación, se disputaba el tramo de Bot, de solamente seis kilómetros y medio. Latvala y Ogier marcaban los mejores registros. El galo superaba por cuatro décimas a Neuville, lo que le permitía auparse al primer puesto por la mínima. Del mismo modo, Mikkelsen adelantaba a Sordo por la cuarta posición, quedándose, respectivamente, a siete y ocho segundos del nuevo líder. Entretanto, autor del «scratch» comenzaba a acercarse al grupo.
La última especial del bucle era Terra Alta, la más larga de la prueba con casi treinta y nueve kilómetros. Allí, Latvala y Ogier volvían a marcar el ritmo, de modo que el vigente campeón incrementaba su ventaja sobre Neuville hasta los 4.4 segundos y el finés escalaba, de una tacada, del sexto al tercer lugar. Sordo, como el mejor Hyundai, recuperaba el cuarto frente a Mikkelsen y Paddon, cuyos problemas de aceleración se agravaban. Østberg llegaba séptimo, aunque ya a cuarenta segundos, seguido por los Citroën de Breen y Meeke, quien rebasaba a Tänak.
Sordo pisa a fondo
El segundo paso por Caseres deparaba grandes sorpresas. Primero, Jari-Matti Latvala tenía un toque, arrancando la rueda trasera derecha y debiendo detenerse. Seguidamente, Dani Sordo, muy satisfecho con el comportamiento de su montura en este contexto de poca adherencia, realizaba el mejor tiempo y se situaba en cabeza, después de que Ogier, abriendo pista, se encontrase mucha agua estancada y cediese 16.3 segundos con el español. Neuville se dejaba aún más tiempo debido a un trompo en el que calaba su motor, con lo que la general cambiaba por completo.
Sordo pasaba a encabezar la clasificación, aventajando en seis segundos a Ogier. Mikkelsen, Paddon y Neuville los secundaban en un pañuelo de cinco décimas, con Østberg sexto y Meeke séptimo tras deshacerse de Craig Breen. Esta nueva situación se mantendría en el penúltimo tramo de la jornada, donde Sordo, sacando beneficio de una posición de salida más retrasada, volvía a registrar un gran crono y extendía su liderato hasta los 11.8 segundos. Todo apuntaba a que el cántabro se iría a dormir en cabeza.
Y así lo hizo, logrando superar a Ogier en el tramo mixto por otros 5.2. Así pues, Dani Sordo concluía esta delicada etapa de tierra con un colchón de diecisiete segundos exactos sobre el futuro tetracampeón. Andreas Mikkelsen era el tercero en discordia, con una desventaja superior al medio minuto. Justo detrás se producía un nuevo cambio, al superar Thierry Neuville a Hayden Paddon por poco más de un segundo. Mads Østberg contenía a Kris Meeke y Craig Breen, y los diez primeros se completaban con Ott Tänak y Éric Camilli, siguiéndolos Kevin Abbring.
Batalla de Skoda
Si la categoría reina deparaba emociones fuertes, el World Rally Championship 2 no sería menos. El día arrancaba con un espectacular registro de Teemu Suninen, uno de los favoritos al título. Los dos pilotos oficiales de Skoda, Jan Kopecký -líder tras la especial del jueves- y Pontus Tidemand, así como Armin Kremer y Ole Christian Veiby consumaban un quinteto de Fabia R5.
Nuestro representante, José Antonio 'Cohete' Suárez, no empezaba con buen pie y sufría un vuelco que dejaba algo maltrecho su 208 T16, viéndose abocado al abandono. Los mecánicos de Peugeot trabajarán a marchas forzadas para que el asturiano pueda reengancharse el sábado bajo el sistema Rally2. Al término del bucle matinal, sería Suninen quien causaba baja, en este caso, por una avería en el turbo.
Por tanto, Kopecký heredaba el liderato, con Tidemand escoltándolo a 8.4. Julien Maurin, con otra unidad del modelo checo, marchaba tercero en solitario, por delante de Kremer y el Fiesta del estonio Marius Aasen. Otro al que azotaban los contratiempos era Ole Veiby, retirándose con un brazo de suspensión delantero roto tras golpear una piedra -podrá reincorporarse de cara a la segunda etapa-.
La sección de la tarde sería un apasionante mano a mano entre los dos pilotos de fábrica de Skoda. Tidemand realizaba dos contundentes «scratch» que le permitían terminar con tres segundos de renta frente a Kopecký y casi un minuto y medio sobre Maurin. Aasen y Bernhard ten Brinke subían sendos puestos cuando Kremer y su copiloto Pirmin Winklhofer -Campeón Europeo Júnior junto a Marijan Griebel- caían por un terraplén, siendo llevados a un hospital por precaución pero descartándose lesiones.
Solans brilla
Finalmente, el punto de atención se centraba en el WRC 3 y el Trofeo DMACK Fiesta. En el primero, el rápido Fabio Andolfi, protegido de la federación italiana, imponía su 208 R2 sobre el Renault Clio R3 oficial pilotado por Michaël Burri, ganador de la final europea en Monte-Carlo. El compañero de Andolfi bajo el paraguas de la ACI, Damiano de Tommaso, concluía tercero tras ceder tres minutos en el último tramo, y el sexagenario Michel Fabre, contendiente al título, cuarto tras dejarse siete.
En la monomarca de Ford, que disputa aquí su última prueba de la temporada, el británico Jon Armstrong finalizaba la mañana con un sólido liderato de cuarenta y cuatro segundos sobre su compatriota Guy Greensmith, al que seguían los fineses Max Vatanen y Juuso Nordgren. Acabado el día, las posiciones se mantenían, con Armstrong aumentando su ventaja por encima del minuto. Nordgren y el máximo aspirante a la corona, Osian Pryce, tenían una tarde para olvidar, no pudiendo completar el recorrido.
Fuera de la elegibilidad, también merece mención el papel de los diferentes españoles que participan a bordo de vehículos R2. Mostrando un sensacional rendimiento, Nil Solans, invitado por M-Sport, se codeaba con Andolfi, llegando a liderar la categoría y acabando a 4.4 segundos del italiano. El siguiente era Yeray Lemes, octavo en su regreso al Mundial con un Peugeot. Pepe López, recién proclamado campeón en la 208 Rally Cup y llevando un buen ritmo, debía decir adiós por un manguito de agua, corriendo Manuel Mora una suerte similar con un palier roto.
Clasificaciones
General:
1. Dani Sordo - Marc Martí (Hyundai NG i20 WRC) 1:18:44
2. Sébastien Ogier - Julien Ingrassia (Volkswagen Polo R WRC) +17.0
3. Andreas Mikkelsen - Anders Jæger (Volkswagen Polo R WRC) +35.1
4. Thierry Neuville - Nicolas Gilsoul (Hyundai NG i20 WRC) +46.3
5. Hayden Paddon - John Kennard (Hyundai NG i20 WRC) +47.5
WRC 2: Pontus Tidemand - Jonas Andersson (Skoda Fabia R5)
WRC 3 / R2: Fabio Andolfi - Manuel Fenoli (Peugeot 208 R2)
Drive DMACK: Jon Armstrong - Noel O'Sullivan (Ford Fiesta R2T)
Bien se podría decir que el sábado arranca un nuevo rally, o al menos, uno completamente diferente, pues los vehículos se someterán a un cambio absoluto de reglajes para la llegada del asfalto. Y es que el programa constará de ocho tramos sobre el negro elemento -tres de ellos repetidos y dos a pasada única- que arrojan un total de 139 kilómetros, haciendo de la segunda etapa la más larga del rally. Dani Sordo, siempre acertado en esta superficie, debería ser capaz de pelear contra un Ogier que buscará asegurar el título.
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