Desde entonces han pasado dos pruebas de esta temporada en el Mundial y tanto en Montecarlo como en Suecia las unidades de Mikko Hirvonen y Elfyn Evans no han ganado en logos de patrocinadores, teniendo apenas los logos de los socios técnicos y tecnológicos. En definitiva, no hay ingresos en este aspecto y sin embargo el proyecto se está sustentando en una sólida base que es la venta de distintos modelos a equipos y estructuras privadas y en este aspecto el monopolio en las ventas del Fiesta R5 ha dado una solvencia económica importante a la estructura.
No acaba ahí
Está claro que ser el único R5 homologado ha permitido al Fiesta R5 un superávit de ventas que incluso desde el preparador británico no esperaban, convirtiéndose en uno de los focos de ingresos más importantes. La cantidad de unidades vendidas roza la centena y los pedidos siguen aumentando aunque la competencia ya es efectiva a partir del 1 de marzo. Sin embargo, aquí no terminan los ingresos de M-Sport en este aspectos también tienen otros protagonistas que precisamente son los que aparecen en nuestras fotos.
Y es que las ventas de otras unidades de la familia de rallies de M-Sport también han progresado como el caso de los R5+ con motor WRC válidos para campeonatos nacionales, el Fiesta S2400 al que en su momento no le vimos demasiada utilidad pero que Malcolm Wilson está dando salida en el mercado. Y como no puede ser de otra manera, otra buena fuente de ingresos son los Fiesta destinados al rallycross. Además, con la nueva copa DMACK los R2 que parecían destinados a ser malvendidos ahora tienen un papel protagonista.
En definitiva, cuando la situación aprieta y los patrocinadores no llegan para aflojar la soga, el mercado ha salvado por el momento a M-Sport con todos estos frentes abiertos, y que siga siendo así por el bien del WRC y de los campeonatos nacionales y regionales.
Fuente: Rallye-Magazin
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