Allá por 2011, la Federación Internacional de Automovilismo introdujo modificaciones en el reglamento de la categoría WRC, pasando a emplearse vehículos más pequeños (del 'segmento B' en lugar del 'C') y motores de menor cilindrada (de 1 600 centímetros cúbicos por los anteriores de 2 litros). Esa misma temporada, alentados por estos cambios, en Volkswagen comenzaron a preparar su desembarco en el certamen.
En mayo del siguiente año se puso al mando de la división deportiva Jost Capito, proveniente de Ford, con quienes había ganado el Mundial de Constructores en 2006 y 2007. Por delante, muchos meses de trabajo coordinando las operaciones necesarias y supervisando el desarrollo del Polo R, con el único objetivo de llegar al Mundial lo más preparados posible y, de ese modo, hacer frente a la competitiva Citroën.Bien acaba lo que bien empieza
Tras un 2012 de rodaje utilizando dos Skoda Fabia S2000, el equipo debutó en Monte-Carlo de 2013 con un segundo puesto de Sébastien Ogier. Su tocayo Loeb, nueve veces campeón del mundo, había anunciado su intención de disputar solo unas pocas pruebas. El resto es de sobra conocido; en la siguiente cita, Suecia, llegó la primera victoria, que iría acompañada de otras nueve. Los campeonatos de constructores y pilotos ya estaban en el bolsillo en la que era su temporada de debut, teóricamente de adaptación.
Al año siguiente, más de lo mismo, con doce victorias en trece rallies; solo se escapó la de su tierra, que fue para Hyundai. Ante tal superioridad, sobra decir que renovaron ambos mundiales. De cara a 2015, el Polo fue evolucionado en diversas áreas, haciéndolo aún más competitivo, y la temporada fue tan «tranquila» como la anterior, salvo por una partida de piezas defectuosas que les hicieron abandonar en Argentina. En las doce citas restantes, pleno de triunfos, incluyendo hasta tres tripletes, como tripletes obtuvieron también en cuanto a títulos.
En la actual campaña, la creación por parte de Hyundai de un coche completamente nuevo les está poniendo las cosas ligeramente más complicadas, aunque no han impedido que los de Wolfsburgo se encuentren encabezando ambas clasificaciones. Con cuatro pruebas para el final, todo apunta a que la regularidad de Sébastien Ogier les permitirá revalidar los títulos por cuarta vez, poniendo el broche de oro a una etapa que toca a su fin (recordemos que en 2017, debido a otro cambio de reglamentación, se emplearán coches de nuevo desarrollo, más potentes y agresivos).
Un dulce adiós
Desde principios de temporada, Jost Capito había manifestado su propósito de abandonar el equipo y regresar a la Fórmula 1, de donde salió hace quince años tras militar en la escudería Sauber. El pasado domingo, terminado el Rally de Alemania, el mánager de 57 años anunció su marcha inmediata de Volkswagen para pasar a integrar las filas de McLaren como director ejecutivo, estando ya presente en el Gran Premio de Bélgica este fin de semana.
Terminado el rally «de casa», el equipo celebró una gran fiesta de despedida en su honor. No en vano, el alemán deja tras de sí tres campeonatos de constructores y de pilotos, camino de convertirse en cuatro, y uno de los coches más exitosos de la historia del Mundial, con 39 triunfos hasta el momento (incluyendo ocho consecutivos tanto en 2014 como en 2015), una aplastante relación participaciones-victorias y numerosos scratch, entre otros logros.
No cabe duda de que Capito, al margen de sus controvertidas ideas para relanzar la popularidad de la disciplina, ha sabido llevar al equipo a la cima y mantenerlo en lo más alto. Veremos si consigue repetir el milagro con McLaren... Por el momento, Volkswagen no ha dado a conocer el nombre de su sustituto, aunque se sabe que ya está designado. Luis Moya ha desmentido los rumores que lo señalaban a él, asegurando que continuará como embajador de la marca.
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