Concretamente, la gota que colmaba el vaso de esta tensa relación llegaba el viernes cuando Red Bull House Media no suministraba las imágenes de la primera etapa tal y como estaba previsto por el importe que pagan los fabricantes para su uso libre. Esto provocaba una reunión de altos vuelos entre Yves Matton (Citroën), Malcolm Wilson (M-Sport), Jost Capito (Volkswagen) y Michel Nandan (Hyundai), en la que se decidía que ante la falta de un contrato que debería estar firmado y esta situación los pilotos de fábrica no atendieran al medio oficial del campeonato, tanto al final de los tramos como en el parque de asistencia.
Tanto se ha tensado en el Rally de Portugal la situación ante la firma de este contrato, que según el Red Bull Media House, lo único que hacía falta era sentarse para discutir todo este aspecto en un movimiento por parte de los fabricantes que no terminaba de entenderse. De hecho, la amenaza de las cuatro marcas presentes directa o indirectamente en el campeonato pasaban porque si no se llegaba a una solución en la jornada del sábado, además de no permitir a sus pilotos ser entrevistados por los medios oficiales, también se iban a eliminar las on board cámaras para presionar también en este aspecto.
Aparente acuerdo
Según comentan los medios allí desplazados, parece ser que en la tarde del sábado se habrían reunido los representantes de los fabricantes y del promotor y se habría llegado a un teórico acuerdo, puesto que con las mismas que llegaron estas medidas instauradas por los dirigentes de las marcas se fueron y durante el bucle de la tarde todo volvió a una aparente normalidad. Sin embargo, esta solución sólo es aplicable a Portugal, por lo que este episodio no ha terminado aquí.
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