El Rally de México es una de las pruebas más exigentes para los motores de toda la temporada. Algunos de los tramos alcanzan altitudes de 2.700 metros sobre el nivel del mar. Esa altura, sumada a las elevadas temperaturas provocan una clara ausencia de oxígeno en el aire. Esta condición incide en una peor combustión y por ello reduce el potencial habitual de los propulsores en un 30 por ciento, pasando de motores 1.6 turbo a rendimientos propios de propulsores atmosféricos de vehículos de dos ruedas motrices. Al nivel de un R3, por ejemplo.
Cuidada elección
Es por ello que Hyundai ha elegido estrenar su nueva evolución de motor en el Rally de México. Sin ser una gran revolución, el propulsor coreano monta un nuevo sistema de inyección de combustible modificado, lo que ayudará a contrarrestar los efectos mencionados y dará algún CV de potencia extra a un motor que está por debajo en rendimiento de los propulsores de los otros tres fabricantes. Este motor ha sido probado en los test realizados en Extremadura y también en la sede del equipo en Alemania.
"La altitud será uno de los factores claves en el Rally de México, así que hemos probado estas condiciones en el banco de pruebas del motor. Además continuamos probando nuestro cambio de levas, que todavía necesita algunos ajustes, pero estamos seguros de que esta estará listo para Argentina" explica Michel Nandan a modo de resumen. Cabe recordar que la pasada temporada Thierry Neuville consiguió el primer podio de Hyundai después de dejar la imagen curiosa de la prueba al rellenar con cerveza el sistema de refrigeración del i20 WRC para poder completar el enlace final.
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