Desde su retorno al Campeonato del Mundo de Rallies en 2014, Hyundai dejaba clara su apuesta por esta disciplina, llegando a construir hasta cuatro coches distintos (tres World Rally Cars y un R5) casi a razón de uno por año, y experimentando una mejora constante. Precisamente, la llegada en 2017 de la actual generación de WRC, unida a la sorpresiva retirada de Volkswagen, suponía una oportunidad de oro para que la firma coreana tomase el relevo como el equipo dominante. Con una equilibrada nómina de pilotos que incluía a Thierry Neuville, Dani Sordo y Hayden Paddon, las expectativas eran máximas; sin embargo, la falta de regularidad y una cifra considerable de abandonos -fundamentalmente por errores de pilotaje- dejaban el título en bandeja a M-Sport tras la sobresaliente campaña cuajada por Sébastien Ogier y Ott Tänak.
Dispuestos a revertir esta situación lo antes posible, los de Alzenau se reforzaban a finales de esa misma temporada con la incorporación inmediata de Andreas Mikkelsen; el noruego vivía un año de lo más variopinto, pues, en un principio, la marcha de VW lo relegaba al WRC 2 junto a Skoda, pero regresaba a la 'primera división' de la mano de Citroën y finalmente se unía a Hyundai Motorsport, firmando un contrato para pilotar a tiempo completo durante las dos campañas siguientes. Con un i20 WRC en continua evolución, las miras de la marca estaban puestas en la corona de constructores 2018. No obstante, mientras que Neuville consumaba buenas actuaciones, el rendimiento de Mikkelsen quedaba muy por debajo de lo esperado; tanto que, pese a disputar todas las pruebas, apenas conseguía unos pocos puntos más que Sordo y Paddon, quienes se repartían el tercer coche. Ello y, de nuevo, la mayor consistencia de otro equipo volvían a dejar a Hyundai con la miel en los labios.Acción y reacción
Aunque llegaban a Australia con opciones -a la par que Neuville se jugaba el Mundial de Pilotos-, una nueva hecatombe decantaba la balanza en favor de Toyota, que encontraba una gran solidez a lo largo de la temporada en Tänak, Jari-Matti Latvala y Esapekka Lappi. De este modo, con el propósito de lanzar el órdago definitivo en este 2019, la formación aplicaba medidas: la más sustancial se producía en su cúpula directiva, pues Michel Nandan dejaba la dirección y era sustituido por Andrea Adamo, responsable igualmente del área 'customer racing'. Asimismo, se optaba por no participar en el nuevo WRC 2 Pro para centrar todos los recursos en la categoría reina, con lo que el programa de desarrollo de jóvenes pilotos -en el que militaba Jari Huttunen- no tendrá continuidad por el momento. Además, se intensificaba el plan de desarrollo del i20 Coupé WRC, con la introducción de nuevas mejoras y otras previstas en el transcurso de la temporada.
Por último, el fichaje de Ogier y Lappi por la renovada Citroën Racing dejaba a Sébastien Loeb sin hueco en la estructura francesa, algo que en Hyundai no desaprovechaban, pues conseguían 'atar' al astro francés para realizar un programa parcial. Mientras que Thierry Neuville y un cuestionado Andreas Mikkelsen tenían garantizada la temporada al completo en sus respectivos contratos, Loeb y Dani Sordo compartirían el tercer coche, disputando seis pruebas el nueve veces campeón del mundo y ocho el cántabro. Ante la imposibilidad de alinear una cuarta unidad por motivos de presupuesto, el mayor damnificado en esta operación era Hayden Paddon, quien se quedaba sin asiento, pero también afectaba a los planes de Sordo y Carlos del Barrio, ya que la participación de Loeb en Monte-Carlo retrasa el inicio de su programa hasta el próximo Rally de México (del 7 al 10 de marzo).
Aun así, no es descabellado pensar que el equipo haya intentado tener a los españoles en la cita del Principado, pues de hecho, en los prolegómenos de la prueba se corría la voz de que Mikkelsen se había presentado junto a sus asesores legales. En cualquier caso, en lo estrictamente deportivo, el de Oslo mostraba una buena velocidad, aunque un toque cuando peleaba por la cuarta posición lo condenaba al abandono y dejaba dicha plaza en manos precisamente de Sébastien Loeb. Eso sí, podía desquitarse en el pasado Rally de Suecia rematando ese mismo cuarto puesto, mientras que el francés terminaba séptimo. Tras México (como hemos mencionado, el arranque de la temporada mundialista de Sordo y del Barrio) llegará el turno del Tour de Corse, donde ya estaba prevista la presencia del héroe local. Pero, de alguna manera, la marca coreana, determinada a dar el todo por el todo en su incansable persecución del título, parece haber logrado salirse con la suya y esta semana anunciaban, vía comunicado de prensa, un inesperado cambio en su alineación para la cita de Córcega, a celebrarse entre el 29 y el 31 de marzo.
Finalmente, junto a Neuville y al nonacampeón no estará Mikkelsen, sino Sordo, cuyo rendimiento en asfalto siempre ha estado a la altura de los mejores; de este modo, Hyundai Motorsport apuesta por sus grandes especialistas sobre esta superficie. Ahora, veremos si esta controvertida decisión tiene algún tipo de consecuencia, en vista de la aparente tensión entre la formación y el piloto noruego. Asimismo, habrá que esperar para saber si este cambio de planes es excepcional o se repite en otras citas en las que participe Loeb, especialmente, las que se disputan sobre asfalto: Alemania y Cataluña. Así, por el momento, el programa de Dani Sordo y Carlos del Barrio aumenta de las ocho a las nueve pruebas, dándoles la oportunidad de firmar un buen resultado final en el campeonato si mantienen el ritmo que mostraron el año pasado. Cabe señalar que, tras el Rally de Suecia, el equipo ha perdido el liderato en la clasificación de constructores y ocupa la segunda posición, aunque con un solo punto de desventaja respecto a los vigentes campeones, Toyota.
Comunicado oficial de Hyundai Motorsport sobre el cambio de alineación para el Tour de Corse 2019:
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