Dentro de esta 'Citroën Racing Experience' sin duda la unión de ambos pilotos fue uno de los momentos estelares. Bien es cierto que Markku Alén no estaba a los mandos de los Grupo B que le llevaron al éxito, pero casi se puede decir que se sentía como un pez en el agua y así lo expresaba Kris Meeke: "Markku es una de las leyendas de este deporte. Tiene 63 años, pero sabe de inmediato su capacidad y qué hacer con el coche. No soy un gran copiloto, pero es fantástico sentarse con alguien que puede correr con el coche y hacerlo bien. Verlo corriendo ha sido genial".
De hecho, el piloto norirlandés añadía: "Lo más interesante de hablar con Markku, es que en su cabeza sigue recordando los baches, saltos y todo lo que se encontraba en los tramos y me explicaba cómo ha mejorado todo. Me comentó que los coches de ahora tienen las suspensión muy desarrolladas y que es más fácil. Los pilotos del WRC de hoy en día estamos preparados para sacar el máximo partido de los coches actuales. Pero si nos subimos al que llevaba Markku en los ochenta, sin las suspensión de ahora, los pilotos arriesgaban más que nosotros porque sus coches no eran tan competitivos".
Fusión de generaciones
Sin embargo, no fue la única fusión de generaciones que la marca del doble chevron provocó en las instalaciones de pruebas cercanas a Clermont-Ferrand, puesto que Mads Ostberg compartió otra unidad del DS3 WRC con otro veterano de los tramos del Mundial puesto que el noruego también hizo de copiloto del piloto francés François Delecour, piloto francés que no podrá estar en el Rally de Francia al no poder disponer del Porsche 997 GT3 que tenía previsto usar.
Fotos: WRC
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