La lejanía del continente austral conlleva unos gastos desorbitados de desplazamiento, un lujo que no todos los equipos pueden permitirse, y que ha hecho que pilotos de gran categoría como Robert Kubica o Martin Prokop no puedan asumir el costoso precio de correr el rally y tengan que quedarse con las ganas. Además, la prueba, dadas sus características económicas hace que no exista en la categoría Junior ni la copa monomarca Drive Dmack Fiesta Trophy. Ambas categorías volverán con las pilas cargadas en Córcega.
El campeón australiano Scott Pedder asistirá a la prueba, pues él ya ha estado en cuatro de las pruebas del calendario de esta temporada con el Ford Fiesta R5 del equipo RMC Motorsport. Mark Pedder también asistirá a dicha prueba con un Peugeot 208 Maxi Rally, que se trata de uno de los coches que suelen correr en Argentina, y que está desarrollado por el equipo Baratec. Cuenta con una renovación de motor muy nuevo, un 1.6 turboalimentado en lugar del 2.4 atmosférico que han utilizado hasta hace poco.
Entre los WRC2 destacan los árabes Yazeed Al-Rajhi, Abdulaziz Al Kuwari y Nasser Al-Attiyah todos ellos con un Ford Fiesta RRC, dejando este último su nuevo Fabia R5 a un lado para este evento. Los pilotos australianos del campeonato nacional también asistirán a la prueba.
El rally más caro de la temporada
La lista de inscritos, que ha sido publicada esta misma mañana cuenta con 27 coches para la prueba australiana. Y es que esta prueba es una de las más duras del calendario debido a sus altas velocidades, el polvo en suspensión y muchos saltos. Todos estos ingredientes son una mezcla en la que un pequeño error puede salir muy caro, sobre todo a equipos con poco presupuesto. Esto se une al hecho de que el transporte hasta allí es el más costoso de todo el mundial, ya que el WRC se traslada hasta la otra punta del mundo.
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