Finalizada la prueba inicial del Mundial de Rallys 2017, la primera con la nueva normativa WRC, es el momento de sacar las primeras conclusiones. La victoria de Ogier, la vuelta al podio de Latvala, la confirmación de Tänak, la rapidez de Neuville, la regularidad de Sordo, el nivelazo de Mikkelsen... todo ello y mucho más en las conclusiones del Rally de Montecarlo 2017.
1. Sébastien Ogier, el piloto rápido más fiable
Puede que ahora, con el cambio de equipo y el poco tiempo que ha tenido para adaptarse y evolucionar el Fiesta WRC, ya no tenga el dominio mecánico que tenía antes. En Volkswagen, por méritos propios, contaba con una montura prácticamente invencible. Rapidísima, potente, fiable... Ahora, con el cambio de normativa, los equipos partían prácticamente desde el mismo nivel, casi igualados. Eso sí, la marcha de la marca alemana no ha hecho sino perjudicar a sus pilotos, que han tenido que adaptarse a vehículos ya fabricados y prácticamente evolucionados.Pero no por ello ha bajado el nivel Sébastien Ogier. El galo no mostró el dominio del pasado, pero no lo necesita. Le bastó con ir a la estela de Thierry Neuville y a la par que su compañero Ott Tanak. Ogier sabía que ellos iban a fallar y él no. Ahí reside la razón de su éxito. Es el piloto rápido más fiable. Es cierto que los citados Neuville y Tanak, además de otros como Latvala o Meeke, son hombres muy rápidos; pero les falta la regularidad, la fiabilidad y la capacidad de no cometer errores que tiene el cuatro veces campeón del mundo.
Por ello, el campeón no falló en Montecarlo. Ganó marcando muy pocos scratchs -tres se anotó- y eso indica que acertamos en esta primera conclusión. Rapidez y fiabilidad, los dos ingredientes del éxito no solo en los rallys, sino en cualquier competición automovilística. Si eres rápido y no cometes fallos... muy mal se te tiene que dar para no lograr el éxito, o al menos estar cerca de él. Y también es cierto que Ogier ya está, otra vez, liderando el Mundial de Rallys.
2. Thierry Neuville, rápido pero irregular
Lo ha demostrado en el pasado y lo volvió a demostrar en el 'Monte': Thierry Neuville es uno de los pilotos más rápidos del Mundial, pero no se encuentra entre los más fiables. Su Rally de Montecarlo es un fiel calco de lo que es su carrera: dominó de cabo a rabo la jornada más larga de la prueba -el viernes- y pudo ampliar la ventaja en una buena jornada de sábado. Pero un error en el último tramo de la misma le arrebataba la posibilidad de ser líder del Mundial por primera vez en su carrera. Con un amplio margen, cercano al minuto, Neuville tenía una salida de carretera y rompía la suspensión trasera: adiós a un triunfo que tenía prácticamente en el bolsillo.
Pero es lo que tiene no ser un piloto regular. De hecho, su última racha 'regular' le llevó al subcampeonato en 2013. En su temporada de eclosión, el belga logró encadenar nueve top 5 consecutivos -entre ellos hasta seis podios. En ese momento, su regularidad se fue de paseo. Nunca más, salvo en contados rallys, estuvo entre los mejores. Y no sería por falta de velocidad o de talento. Un talento demostrado en 2016, ese que le volvió a llevar al subcampeonato con una recta final de temporada muy buena, sumando cinco podios en las últimas cinco pruebas.
Pero, aun así, Neuville debe mejorar su fiabilidad si quiere optar al campeonato. Los cinco puntos sumados al ganar la Power Stage le dejan con algo de botín en la general del certamen pero otra vez empieza a la contra. Ya son veinte puntos los que le saca Ogier en la cabeza del campeonato y, conociendo al galo, no será fácil recortar la renta. Eso sí, esto acaba de empezar y, por lo menos, Neuville ha demostrado ser rapidísimo a bordo del nuevo i20 Coupé. Mientras pudo, fue el más rápido sobre el hielo de Montecarlo.
3. Ott Tänak, la confirmación
Rapidísimo terminó el 2016 y rapidísimo empieza el 2017. Quién sabe lo que hubiera ocurrido de no ser por el problema mecánico; ¿hubiera acabado segundo tras Sébastien Ogier?. Y este sí que tiene excusa: ¡compite de tú a tú con el campeón del mundo! Pero el estonio, lejos de arrugarse, se crece. Ya peleó por un rally con el galo en 2016 -en Gales- y acabó segundo en el Rally de Polonia tras pinchar. Ahora, con una montura 100% oficial, va a por todas.
Y lo demostró en este Montecarlo. Fue el principal perseguidor de Thierry Neuville en la jornada del viernes y, junto con Ogier, fue la principal oposición del de Hyundai al día siguiente hasta su abandono. Ogier apretó al final del sábado y encarriló la victoria. Tänak partía a 47 segundos con cuatro tramos por delante pero, un problema mecánico, le alejó de la victoria y del segundo puesto que heredó un regular Latvala. Al final, mantuvo a raya a Sordo, que apretó al final, y consiguió su quinto podio en el WRC.
Fiel a Ford desde 2011, M-Sport le reclutó en 2012 pero no ha sido hasta ahora cuando le ha dado un puesto en su equipo 100% oficial. Gracias al apoyo de DMack, el estonio había podido disputar los últimos campeonatos al completo, con buenos resultados pero sin acabar de despuntar. 2016 fue su temporada. Partiendo como tercer hombre de Malcolm Wilson, con el apoyo de la citada marca de neumáticos, Tänak creció en ciertos rallys en los que, como hemos dicho, peleó por la victoria. Ahora, M-Sport devuelve la confianza dándole un volante, al fin, en su primer equipo.
4. Dani Sordo, regular pero poco agresivo
Quizá la época en la que compartió equipo con Sébastien Loeb, en Citroën, no le vino demasiado bien al cántabro para su futuro. Siempre cubriendo las espaldas de su jefe de filas, no en vano era el mejor de la historia, Sordo tuvo que acostumbrarse a correr pensando no solo en él. Tenía que pensar en la marca, en su compañero, en los rivales... Atacar para que no te cojan por detrás pero intentando no sobrepasar a Loeb... difícil, muy difícil. Pero el de Puente San Miguel lo hacía de cine. Solo hay que recordar las pruebas en las que pudo ganar, pero no pudo hacerlo por tener a Loeb por delante. Sobre todo, en Cataluña.
Pues bien, puede que esa época no le viniera del todo bien. Honor, gloria, aprendizaje con Citroën... sí. Pero, ¿a qué precio? Aquel joven piloto que arrasó en categorías inferiores y que saltó al WRC con grandes resultados en sus inicios, como tercer piloto de Citroën, ya no se ve en la actualidad. Dani ha perdido su agresividad, parece que no sabe atacar. Rara es la prueba en la que el cántabro remonta posiciones tras un inicio a la expectativa. Regular sí, pero poco agresivo.
En Montecarlo fue uno de los pilotos que más se quejó de la falta de agarre. Pero el asfalto era el mismo para todos. Hipotecó su rally en las dos primeras jornadas. Y cuando atacó, en asfalto puro el domingo, se vio que es rapidísimo. Ese es el Sordo que nos gusta ver, el que nos gustaría ver siempre. Claro está que solo él y Marc Martí conocen las circunstancias, la confianza... pero ese es el Sordo que conocimos en Citroën y el que queremos seguir viendo en Hyundai. Su baza es la regularidad sí, por ello es una pieza cotizada, pero debe volver a dar ese paso al frente para poder luchar, de tú a tú, con los mejores.
5. Jari-Matti Latvala, un podio de confianza
Tras una temporada 2016 para olvidar, el piloto de Toyota ha tenido un debut casi perfecto. No destacó en ningún momento pero su regularidad, esa que tanto le ha fallado a lo largo de su carrera deportiva, le permitió finalizar en segunda posición. Bien es cierto que se benefició de los problemas de Neuville y Tanak pero también es verdad que hay que estar ahí para acabar entre los mejores. Un segundo puesto que, sin duda, le llena de confianza. "No estaba en el podio desde el Rally de Finlandia del año pasado, estoy muy satisfecho", destacó el finés.
Además, un resultado que le sirve al equipo Toyota para coger un poco de aire. Y es que en los test, en las declaraciones y en las sensaciones, la formación de Tommi Makinen parecía la peor preparada de cara a este arranque de temporada. Pero lejos de todo ello, han conseguido un segundo puesto con Latvala, además de una buena actuación de Juho Hanninen pese a los problemas del primer día. Además, ambos pilotos lograron marcar scratchs. "Hace un mes estaba preocupado por no tener un equipo de fábrica y ahora estoy aquí con este segundo puesto en Montecarlo. Tenemos un buen coche, un buen equipo y un muy buen potencial", valoró el jefe del equipo Toyota.
6. El desastre de Citroën, 'salvado' por Breen
El equipo que peor parado ha salido en este debut de los nuevos WRC ese ha sido el equipo Citroën. La formación gala no tuvo el mejor de sus reencuentros con el Mundial de Rallys. Arrancó bien con Kris Meeke, el jefe de filas, pero en el tercer tramo de la prueba, cuando marchaba segundo en la general, tenía un golpe con su C3 WRC en una sección muy rápida. El error provocaba el abandono de Meeke con la suspensión dañada. "No es mala suerte, iba demasiado rápido y había mucho menos agarre de lo que esperaba", reconocía su error.
Para entonces, Stéphane Lefebvre ya había tenido problemas en su vehículo. Una salida de carretera, en principio sin demasiados daños visuales, le obligó a abandonar en el primer tramo disputado. Tenía dañado el embrague. Tuvo que retirarse y pensar en seguir haciendo kilómetros en las siguientes jornadas. Eso sí, le dio tiempo a marcar un scratch en nada menos que el Col de Turini. Por su parte, Craig Breen salvó los muebles a Citroën, de alguna manera.
El piloto irlandés tiró de regularidad para conseguir un quinto puesto que le da algunos puntos a la marca. Incluso estuvo cerca de acabar cuarto, por delante de Sordo. De hecho, así se fue a dormir tras la jornada del sábado. Pero el cántabro apretó el domingo y acabó por superarle. Aun así, un resultado que, de alguna forma, salva los intereses de Citroën en su negro retorno al WRC.
7. Andreas Mikkelsen, demostrando que debe ser oficial
Es la mayor injusticia tras la marcha de Volkswagen. Que Andreas Mikkelsen se haya quedado sin un WRC de cara a 2017 dice mucho de lo que es este deporte, en qué se han convertido los rallys: un deporte que se guía más por la publicidad que por el nivel. Y es que por nivel, el noruego tendría que tener un volante oficial sí o sí. Con Volkswagen, Mikkelsen fue creciendo hasta convertirse en uno de los pilotos punteros del campeonato.
En su primera temporada completa, en 2014, el noruego ya acabó tercero en la general del certamen, pisando cuatro veces el podio y mostrando una regularidad impropia de un piloto tan joven. En 2015, mismo resumen: dos abandonos y un puesto 36 en Cerdeña son las únicas manchas negras de esa temporada. Lo demás, un cuarto puesto y, de ahí, para arriba. Incluso consiguió su primera victoria en el Rally de Cataluña. Y, cómo no, otra vez tercero al final del campeonato. Su mejor año llegó en 2016. Quizá no el más regular pero sí en el que más peleó por ser segundo. Solo un mal Rally de Gales le impidió acabar tras su compañero Ogier. Seis veces pisó el podio, dos de ellas como vencedor.
Y en el Rally de Montecarlo, Mikkelsen volvió a demostrar que merece un volante oficial. Finalizó en séptima posición, avasallando en el WRC 2 en donde no encontró rival. Al final de la prueba, el noruego ironizó en las redes sociales. "No tenía un trofeo de WRC 2 así que pensé en ir a por uno", escribió en Instagram. Los rumores apuntan a que va a intentar estar en algunos rallys con el Polo WRC de 2017 pero tendrá que seguir peleando por ello. Sin duda, el retorno de Andreas al más alto nivel sería una grandísima noticia.
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