En Citroën Racing tenían la intención de renovar a Robert Kubica y ofrecerle un programa completo en el WRC e incluso desde el otro lado de la moneda, el polaco estaba dispuesto a seguir en el Grupo PSA. Sin embargo, la gran pelea surgía en el tema de los patrocinios, ya que la petrolera polaca LOTOS es patrocinador personal de Kubica, mientras que la petrolera Total tiene una dilatada trayectoria de colaboración con Citroën. La convivencia entre ambas marcas podría haber sido posible ya que Total y Citroën estaban dispuestas a ceder en las negociaciones.
Sin embargo, LOTOS no ha querido compartir a su pupilo con una empresa que es competencia directa de sus productos y todas las posibles cesiones por las otras partes quedaron en agua de borrajas, a pesar de que Total trató de llegar a un acuerdo. En esta tesitura, Citroën Racing apostó por la continuidad con Total y ambas partes separaron sus caminos. Mientras que LOTOS sigue patrocinando en exclusiva a Robert Kubica con sus colores sobre el Ford Fiesta RS WRC de M-Sport, el binomio Citroën Racing y Total seguirán al menos por una temporada más en el WRC, contando con Kris Meeke y Mads Ostberg como pilotos.
La imagen comercial manda
Al fin y al cabo, se puede decir que ni Robert Kubica ni Citroën Racing tienen la culpa de la separación y si que los intereses comerciales y de marketing han tenido la última palabra sobre el destino de la primera temporada completa del piloto polaco a los mandos de un World Rally Car.
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