Esto se traduce en que a falta de novedades, lo más normal es que el Rally de Portugal recupere tramos míticos como son Fafe-Leimirinha o Ponte de Lima, aunque esto también implica entre otras cosas que desaparece el Rallysprint de Fafe, al menos en 2015 y que la esencia de la prueba no cambie, puesto que la cita en suelo luso seguirá siendo una prueba sobre tierra. Decimos esto, porque en las últimas semanas se había barajado la posibilidad de convertir la prueba en una cita mixta, muy al estilo del Rally de Catalunya, opción que ha sido desechada por completo.
Como ya hemos comentado, una de las claves de la prueba será su epicentro den Matonsinhos, escenario que recoge de nuevo al WRC con los brazos abiertos. Además, su cercanía a Oporto puede ser un reclamo importante, ya que no es descartable que la prueba pueda tener una Súper Especial por las calles de la ciudad, como ya se hacía en Lisboa cuando la prueba estaba en el Algarve o como se hace en otras pruebas con la ciudad de referencia de cada cita. A pesar de esto, este regreso no ha sido un camino fácil ya que el Automóvil Club de Portugal lleva dos años trabajando para poder consumar este desplazamiento, con la situación económica como principal enemigo.
Cosa de herederos
Todavía faltan muchos detalles a cerrar, entre otras cosa la fecha del Rally de Portugal en 2015. Los organizadores quieren desplazar la prueba desde el mes de abril al mes de junio, aprovechando el tirón veraniego y el reclamo de la prueba para potenciar el turismo en esta región, quizá no tan beneficiada por la economía derivada de esta actividad como el Algarve. En cualquier caso, en 2015 se buscará sustituto a Sebastien Ogier, ganador de la última cita en el Algarve luso y a Tommi Mäkinen, último ganador en las cercanías de Oporto en 2001.
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