Un peaje que puede parecer muy grande, pero que a la vez no es tanto. De hecho, se ha visto en las últimas pruebas disputadas en esta temporada como pilotos punteros que abandonaban en los últimos tramos de una jornada, sobre todo si es la primera del rally, han podido remontar a lo largo de las especiales restantes en la prueba para acabar en posiciones muy destacadas. Al fin y al cabo, los números de World Rally Cars son limitados, por rendimiento tienen bastante facilidad para superar a los pilotos del WRC2 e incluso dentro de estos modelos hay pilotos que no pueden mostrar el rendimiento de los cinco o seis espadas.
Posible solución
Aunque es otro de los aspectos que se tienen que decidir, lo cierto es que la solución parece mucho más sencilla, sobre todo si lo comparamos con las mil y una soluciones propuestas en referencia a la última etapa. En cualquier caso, pasaría por mantener la penalización de 5 minutos por tramo, pero a la vez instaurar un mínimo de 10 minutos de penalización para todo piloto que haga uso de la normativa 'Rally2'. De esta manera, la distancia a recuperar como mínimo sería más importante y en caso de abandonar a más de dos tramos del final de la etapa, la penalización se aplicaría tal y como ahora se hace.
Con este cambio de normativa que en teoría se aplicaría a partir de 2015, la FIA pretende evitar una situación que desluce en parte la disputa de un rally. Está claro que no es plato de buen gusto y sobre todo casi roza lo indecoroso que un piloto que no ha disputado la totalidad de los tramos de una prueba pueda estar luchando por el podio o por posiciones destacadas contra pilotos que al menos han completado el total de la cita.
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