Es evidente que el WRC necesitaba un lavado de cara y sobre todo, una manera de llegar a un margen de público más amplio, aunque esto no justifica ciertas decisiones. En esta línea se ha buscado una solución que quizá no sea la más adecuada si pensamos en lo que han representado los rallies en las últimas décadas. Como decimos, la solución aproxima el campeonato al formato del rallycross, aunque por otro lado tampoco podemos poner la mano en el fuego porque esta sea la única sorpresa, ya que se han barajado bastantes posibilidades. Lo que sí está claro, es que los fabricantes se han puesto de acuerdo y el Mundial va a mutar por completo.
Explicación... esperando detalles
A falta del anuncio oficial del nuevo reglamento del WRC, que se aprobará en el Consejo Mundial del Motor de la FIA, las dos grandes novedades como decimos será el shootout, un sistema en el que las posiciones se jugarán en el último día de competición enfrentando de manera directa, aplicando un 'delay' de segundos a través de un coeficiente que más o menos reflejará la distancia que se ha ido acumulando en los días previos entre el primero y segundo, tercero y cuarto, quinto y sexto y así sucesivamente hasta el décimo.
Para completar este nuevo formato, se ha buscado como es lógico que los pilotos no dejen para el final la guerra y aprieten en cada jornada, por lo que un reparto de puntos al final de cada jornada, como se hace en el ERC, podría ser la segunda medida tomada. Hasta que no llegue la normativa al completo, no podremos explicarlo fielmente, pero estas dos parecen ser los pilares de esta revolución.
Fuente: Autosport
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