De lograr el triplete, Ogier entraría en una lista histórica donde solo figuran los grandes, los pilotos que han conseguido el título en tres o más ocasiones. Se trata de hombres como Juha Kankkunen o Tommi Mäkinen, con cuatro campeonatos a sus espaldas. Sébastien Loeb también forma parte de esta importante lista, sin embargo, sus nueve títulos le mantienen en lo más alto y muy por encima del francés de Volkswagen.
Para Ogier, se trata de una "oportunidad real" y asegura que de conseguirlo en Australia estaría feliz porque es un rally que le gusta. Así lo declaró a WRC.com: "Hay menos ajetreo y bullicio. Es más íntimo y eso me gusta. Las especiales son muy bonitas de pilotar. Siempre me divierto mucho con el coche en Australia". Sus triunfos de 2013 y 2014 le avalan como el claro favorito a la victoria. Sin embargo, abrir tramos es complicado por lo que habrá que esperar a ver los tiempos del francés el fin de semana para poder pronosticar. Jost Capito tiene ansia de títulos y asegura que el objetivo se centra en cerrar los tres posibles: piloto, copiloto y marca. Para ello, deberán realizar un "trabajo perfecto" este fin de semana.
Los ojos puestos en Paddon
El neozelandés está pendiente de la renovación que asegure su futuro en el WRC. Su trabajo esta temporada ha sido notable y dentro del equipo Hyundai han empezado a tener en cuenta su valía. El joven piloto ya ha demostrado que se desenvuelve sin problemas en tierra por lo que la prueba de Australia puede ser clave para él. Su objetivo este fin de semana no es otro que dar guerra a la élite Volkswagen y luchar por el podio para repetir el éxito del pasado rally de Cerdeña.
También deberá tener cuidado Kris Meeke. El británico está llegando al cupo de errores permitidos por Citroën esta temporada y con el joven Lefebvre en el equipo deberá extremar las precauciones. Este fin de semana el joven apadrinado de Loeb vuelve al WRC como sustituto de Mads Ostberg. Especialmente llamativas serán las ausencias de Kubica y Prokop y de muchos pilotos más del WRC2. Los kilómetros de viaje hasta Australia dificultan mucho la presencia de estos pilotos que prefieren reservarse para el Tour de Córcega a principios de octubre.
Tramos de polvo y velocidad
Más de 311 kilómetros contra el crono repartidos en 17 especiales. Tramos complicados por su velocidad, sus baches y su fina superficie. El polvo que se desprenderá sumado a la característica vegetación australiana supondrá todo un desafío para los pilotos presentes en esta nueva edición. Las selvas situadas en la costa de Coffs y las tierras de cultivo rurales forman el paisaje de esta nueva prueba que no deja espacio para las dudas.
La ceremonia de salida se celebrará la noche del jueves en Coffs Harbour con dos pasadas al mítico tramo de Newry. Para el viernes, Utungun, Bakers Creek y Northbank se estrenan en el itinerario para dar la bienvenida a los inscritos en el arranque de esta décima cita del campeonato. Tramos rápidos y muy técnicos que exigirán un cien por cien de concentración y maestría a los pilotos. El sábado, será el día más largo y el más complicado. Gracias en parte a Nambucca, la especial de más de 50 kilómetros que supone todo un desafío. La especial de Valla (7,94 km) se correrá en dos ocasiones, la última de noche. El domingo, cinco tramos más que pondrán el broche de oro a la prueba Australia con la Power Stage en la segunda pasada por Wedding Bells.
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