Lo cierto es que la cita de Gales se antoja fundamental para la mayoría de los equipos y pilotos. Tan solo Volkswagen puede respirar tranquila y más tras las declaraciones de Jost Capito sobre la certeza de que la marca alemana continuará con los tres Polo R WRC en la próxima temporada. Más difícil lo tiene Ott Tanak. El futuro del piloto estonio está por concretarse y una buena actuación en Gran Bretaña podría asegurarle un asiento en el 2016. Meeke quiere borrar su mala racha de esta temporada y ha intentado compensarla en las últimas citas. Sin embargo, la prueba clave será el rally de casa donde querrá mostrar su mejor versión. También especial para Evans la cita de Gales que además le trae buenos recuerdos tras ganarle la partida por el quinto puesto a Meeke la pasada temporada.
Mikkelsen quiere más
El piloto noruego de Volkswagen Motorsport llega con las pilas cargadas tras su primera victoria en el WRC durante el Rally de España. Los tramos catalanes se le dieron bien a Mikkelsen, pero no fue hasta el Shakedown con el accidente de Ogier cuando logró alzarse por sorpresa triunfador en la Costa Dorada. El noruego quiere repetir suerte en Gales y finalizar la temporada de la mejor manera posible. Pese a no ser un piloto local, Mikkelsen siente una "conexión especial" con la prueba británica.
"Me mudé allí con 17 años para sacarme el carnet de conducir. Debuté en el WRC en Gales. Por ello, siempre es emotivo correr en estos tramos. Al igual que el Rally de Suecia, el Rally de Gran Bretaña es como mi carrera de casa", explicó a WRC.com el piloto noruego. Además, el subcampeonato de pilotos aún está en el aire y las opciones de Mikkelsen continúan totalmente abiertas. Un aliciente que le hará falta para afrontar la pelea con su compañero de equipo Jari-Matti Latvala que tras una mala temporada no puede dejar pasar la oportunidad de sellar el subcampeonato.
Los tramos
La mayor trampa del calendario del WRC se encuentra escondida en los tramos forestales de Gran Bretaña. Una cita muy complicada para los pilotos que tienen un principal contrincante, el clima. El recorrido del tramo de Gales puede convertirse en un gran problema con la lluvia, el viento, la niebla... Toda una odisea que pone en jaque a los pilotos que deberán evitar los problemas a toda costa haciendo equilibrio entre las notas y la improvisación. Suspensiones de tierra y neumáticos de compuesto duro serán los mejores aliados de los WRC para afrontar esta complicada cita.
310.15 kilómetros contra el crono que arrancan el viernes. Sin embargo, la noche de jueves en Llandudno tendrá lugar la ceremonia de salida. Hafren con más de 32 kilómetros es la especial más larga del rally que junto a Sweet Lamb, tramo favorito de los aficionados, y el regreso de Myherin formarán la primera jornada al sur de Gales. El sábado será el día más duro con casi la mitad de los kilómetros cronometrados del rally. Dos pasadas por los tramos de Dyfi y Gartheiniog, siendo las dos últimas por la noche. Entre ambas, la especial de Chirk Castle. Del sur el viernes, al norte el domingo para disfrutar del regreso de Grear Orme, el tramo mítico de asfalto que vuelve al itinerario de Gales con un paisaje costero único. Brenig será la otra especial que cierre el rally con la segunda pasada convertida en la Power Stage.
Fotos: Volkswagen Motorsport; Citroën Racing; Hyundai Motorsport; M-Sport.
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