A decir verdad, la temporada de Mikko Hirvonen en general no está siendo positiva. Aunque por momentos se ha mostrado muy rápido y capaz de marcar scratchs, completando actuaciones realmente destacadas como el segundo puesto en el Rally de Portugal, lo cierto es que el finlandés no ha conseguido encontrar el ritmo en momentos críticos a los mandos del Ford Fiesta RS WRC. Un modelo que estrenaba mejoras visuales y aerodinámicas en el Rally de Finlandia, lo que sumado a competir en casa, invitaban a un mayor optimismo en Malcolm Wilson y M-Sport en general.
Duras palabras
"Tengo que decir que estoy muy decepcionado con Mikko. Pensé que en este evento había una gran oportunidad para él, especialmente después de estar tan fuerte el año pasado. Siempre es un gran desafío poder vencer a Jari-Matti Latvala y Sebastien Ogier, los dos pilotos más rápidos del Mundial, pero sin duda pensábamos que podríamos estar en el podio. Lamentablemente, no ha sido así. No creo que Hirvonen esté disfrutando de su conducción. Sí no te diviertes pilotando, no funciona. Es como en la vida real, quién disfruta de su trabajo, hace un buen trabajo" afirmaba Malcolm Wilson a 'Autosport'.
En el lado contrario de estas declaraciones, Mikko Hirvonen tiene su propia perspectiva: "El viernes estaba muy contento con mi pilotaje y el coche estaba perfecto. Luego empezamos a pensar en las zonas resbaladizas, actuar más suavemente con el amortiguador y el compromiso se fue poco a poco, empezando a perder distancia con los demás. Por supuesto que sería fantástico estar en el podio delante de mis fans, pero no es el fin del mundo".
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