El reto para el promotor de la prueba, la FFSA y los demás organismos competentes es importante. En primer lugar porque el presupuesto debe ser contenido y en segundo lugar porque se busca un recorrido compacto, aspectos que van de la mano. Sin embargo, según apuntan nuestros compañeros de 'Rallye-Magazin' estas dos premisas podrían llevarse al máximo. Concentrando la prueba en un espacio muy reducido, se está barajando la idea de realizar únicamente cinco tramos en todo el rally, quedando la distancia de la prueba comprendida entre estas cinco especiales.
¿Se podría hacer?
Un rally con sólo cinco tramos difiere drásticamente con respecto a las pruebas que actualmente están en el Mundial y que suelen tener de 15 a 25 tramos aproximadamente. Sin embargo, reglamento en mano una prueba con sólo cinco especiales es posible cumpliendo dos premisas. El tramo que ejerza como Power Stage en la jornada del domingo sólo puede tener 20 kilómetros como máximo, mientras que una especial normal no puede superar los 70 km. Matemáticas en mano, los organizadores pueden plantear cuatro tramos de 70 km y un Power Stage de 20 km, cumpliendo así con los 300 kilómetros contra el crono que debe tener una prueba del WRC.
De esta forma, el Tour de Corse podría tener un tramo de 70 kilómetros el viernes, mientras que para la jornada del sábado se pueden programar otros dos tramos más de 70 kilómetros, uno por la mañana y otro por la tarde, incluso ambos sobre el mismo recorrido para hacer menos complejos los enlaces. Por último, la jornada del domingo podría cerrar la prueba con otra especial y el Power Stage. En cualquier caso, de momento son rumores.
Fuente: Rallye-Magazin
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