Con bastante seguridad, 2016 pasará a la historia como el año de las despedidas. Son varios los pilotos y equipos que han decidido dar por terminada su actividad o, al menos, adoptar un cambio de aires. En el caso que nos ocupa se trata de la primera opción, y es que Freddy Loix ha anunciado el fin de su carrera deportiva a los 46 años de edad.
'Fast Freddy' o 'Mr. Ypres' son algunos de los apodos con que se conoce al bravo piloto, uno de los más talentosos que Bélgica ha aportado al panorama de los rallies. Nacido en Tongeren un 10 de noviembre de 1970, debutó en esta disciplina con solo veinte años, pilotando un Lancia Delta Integrale Grupo N de su propiedad en citas regionales, así como en las pruebas belgas puntuables para el Campeonato de Europa.Durante los dos años siguientes pasó a emplear un potente Mitsubishi Galant, para después convertirse en piloto oficial de Opel Bélgica. En las tres campañas que permaneció junto al equipo, cuajó resultados interesantes, logrando incluso un tercer puesto en el certamen nacional. Además, pudo debutar en el WRC y la Copa del Mundo de 2 litros. Todo ello le granjeó fama internacional y propició uno de los movimientos clave en su trayectoria: el fichaje por Toyota Bélgica en 1996, ya junto a su inseparable copiloto Sven Smeets.
El salto definitivo
A los mandos del Celica ST205, participó asiduamente en rallies del Europeo -anotándose varias victorias- y del Mundial, donde llegó a rozar el cajón. Lo consiguió un año más tarde al finalizar segundo en Portugal, por lo que el equipo de fábrica (TTE) le dio una oportunidad en Sanremo con el nuevo Corolla. En 1998, su estructura habitual lo sentó en dicho modelo y repitió podio en tierras lusas, volviendo a ser oficial en Cataluña y certificando un segundo puesto. Entonces, se presentaría la segunda llamada decisiva de su carrera.
Los claros dominadores de la época, Mitsubishi, quisieron contar con él para pilotar su novedoso EVO VI junto al, por entonces, tricampeón Tommi Mäkinen. Quizás ello le pasó factura, pues, mientras el finés rubricaba su cuarto título, Loix no pudo subir al podio. Conscientes de su potencial, decidieron mantener su apuesta, pero un sinfín de problemas arrojaron una nueva temporada en blanco, con cuatro cuartos puestos como mejor resultado. 2001 fue el último año de su relación; ni siquiera el estreno del World Rally Car permitió brillar a Freddy.
Por tanto, recaló en Hyundai. A la escasa competitividad del Accent se sumó su nula fiabilidad, contabilizando seis abandonos por problemas. Esto se solventó ligeramente en 2003, pero el fabricante coreano abortó su programa en competición. Casualidades del destino, el Rally de Cataluña del mismo año fue el último para el malogrado Richard Burns, campeón dos temporadas atrás. Pues bien, Loix ocupó su asiento en Peugeot ya en Gales, realizando después un programa parcial a los mandos del nuevo 307, pero sus actuaciones no bastaron para continuar; España fue su despedida del Mundial.
Paso atrás. ¿O no?
Las dos temporadas posteriores resultaron de transición; nuevos copilotos, distintos vehículos... Eso sí, sumó un tercer puesto en Ypres (ERC). Cuando parecía que su futuro estaba en el aire, comenzó a gestarse lo que sería el resto de su carrera. El primer movimiento se produjo a finales de 2006, encabezando el desarrollo del Volkswagen Polo S2000 diseñado por René Georges Motorsport. Juntos participaron en el Campeonato Belga y solo algunas averías impidieron la consecución de la corona.
El segundo paso, simultáneamente, fue el desembarco de Loix en el nuevo Intercontinental Rally Challenge (IRC) con un Abarth Punto privado. Seguidamente, aterrizó Peugeot de la mano de su filial para Bélgica y Luxemburgo e incorporaron a 'Fast Freddy' en sus filas. El balance de sus dos años de andadura fue un tercer y un segundo puesto absolutos. Tras esa etapa se abrió la de Skoda, marca que le daría grandes satisfacciones. Con el Fabia S2000 simultaneó durante un par de campañas su querido Nacional y el IRC, firmando dos cuartos puestos y otras tantas victorias en Ypres.
Entonces, a sus 42 primaveras, decidió dar un giro y tomarse su carrera con más calma; primero, disputó el Campeonato Francés de asfalto alternando los ya conocidos 207 S2000 y 307 WRC. Después, como no podía ser de otra forma, escribió las cuatro últimas páginas de su historia competitiva en su Bélgica natal. No lo hizo de cualquier modo, embolsándose cuatro entorchados consecutivos; el primero de ellos llegó a bordo de un Focus WRC, el siguiente, con el Fabia S200, y los dos últimos, al volante de la versión R5, en cuyo desarrollo tuvo mucho peso.
Cabe destacar que a lo largo de esos años encadenó cuatro primeros puestos en su prueba fetiche, Ypres, estableciendo un impresionante récord de ¡11 triunfos! No cabe duda de que Freddy Loix se va habiendo plasmado sus éxitos por los tramos de toda Europa. Ahora, mientras se toma un merecido descanso, es el turno de la cantera belga para intentar lo que a él se le resistió, el ansiado Campeonato del Mundo. ¿Lo logrará Thierry Neuville? Por el momento, ya acumula dos victorias en su haber.
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